AL VAIVÉN DE LAS HAMACAS

AL VAIVÉN DE LAS HAMACAS

Las hamacas son el símbolo por excelencia de la relajación y el descanso.
Diseñadas para leer un buen libro, echar una siesta, o simplemente no hacer nada, las hamacas ofrecen un sinfín de posibilidades más allá del jardín y la terraza.
Dentro del hogar, resultan no solamente atractivas en la decoración, sino que son funcionales, ya que hacen de asiento o cama, por lo que sus invitados no podrán resistir caer rendidos en ella.
Las hamacas irrumpen en la casa. Aunque, por lo general, cuando se piensa en hamacas, uno se traslada a la parte exterior del hogar, este elemento es una excelente opción para conseguir un interior moderno y original, así como para crear un punto focal.
Tenerlas dentro de la casa ofrece otra ventaja: al estar dentro no se debe cuidar de las inclemencias del tiempo, por lo que usted podrá elegir el material y la tela que mejor se adapte a su estilo decorativo.
En cuanto al color de las hamacas para el interior, el blanco es el tono que predomina, gracias a la claridad y luminosidad que aportan al ambiente. Seguido por el negro debido al toque de sofisticación y elegancia que aporta.
Empero, no hay una regla para el color ni el estilo de la hamaca, por lo que esto va a depender de sus gustos y requerimientos.
Si disfruta de los elementos coloridos, elegir una hamaca diseñada en telas estampadas y llenas de color le caerá perfecto.
Dónde colocarla. Dado su objetivo de descanso y relajación, las hamacas quedan perfectas en las zonas de la casa destinadas para la lectura, en la esquina de una habitación, en la sala, para conversar cuando se recibe visitas… Otra opción interesante sería colgada junto a una ventana con buena vista, ya que permite crear un espacio acogedor y tranquilo donde llegar después de la jornada laboral.
Cómo colgarla. En esta parte se debe tener mucho cuidado, ya que la hamaca tendrá que aguantar el peso de las personas, por lo que no debe ser colgada al azar. Lo ideal es fijarla de muro a muro, ya que de esta manera es posible extenderla en su máxima amplitud y no se tendrá el miedo de que se pueda caer por el peso.
Origen. Se dice que su origen se remonta a los pueblos indígenas de América Central, que las tejían con la fibra natural de las plantas y de la corteza de los árboles, y cuyo objetivo era mantenerse a salvo de los insectos para lograr un descanso reconfortante.

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