El exvicepresidente de la República y exsecretario de Trabajo, doctor Rafael Alburquerque, consideró que la Ley de Seguridad Social debe ser reformada de inmediato, porque en el año 2028, cuando comiencen a pagarse las primeras pensiones, los recursos que recibirán los jubilados no van a alcanzar ni para pagarles el 28% del último salario.
Al hacer la advertencia vaticinó que en la República Dominicana pasará lo mismo que ocurre ahora en Chile, donde los trabajadores se fueron a las calles a protestar por las pírrricas pensiones.
Alburquerque expresó que no se debe esperar más para la modificación de la referida legislación, por la cantidad de aspectos que han quedado atrás, como el hecho de que se pierde el seguro de salud con la jubilación, y las excesivas ganancias que obtienen las Aseguradoras de Riesgos de Salud (ARS).
“Cuando un trabajador se jubila pierde el seguro de salud, y es cuando más lo necesita, por lo que se requiere una reformulación del modelo de seguridad social”, afirmó.
En el contexto de los servicios de salud destacó además que si no se establece la Atención Primaria, que es la puerta de entrada a la seguridad social, el modelo va a quebrar porque “no habrá sostenibilidad financiera y no se podrá ampliar la protección en salud”.
Seguridad social sin solidaridad. Alburquerque deploró que el modelo de seguridad social vigente en el país no sea solidario, y planteó que cada día crece en el país el trabajador autónomo o independiente que no está protegido por la seguridad social.
En este segmento también se encuentran las personas que ofrecen diversos trabajos a través de plataformas tecnológicas, en lo que se conoce a nivel internacional como el nuevo modelo de “uberizacion”.
Frente a esa nueva realidad del mercado laboral llama al movimiento sindical a fortalecerse más que nunca para que los trabajadores independientes tengan algún tipo de protección. En igual medida debería hacerlo el Ministerio de Trabajo, según sus consideraciones.
Nuevo modelo de producción. El dirigente del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) atribuye el debilitamiento del movimiento sindical al hecho de que, con la globalización, los empresarios han establecido un nuevo modelo de producción y de organización empresarial, fraccionado las empresas, para luego operar por medio de contratistas, lo que disgrega a los trabajadores.
Explicó que esas pequeñas empresas son precarias, pagan salarios muy bajos y las pensiones son ridículas.
“El personal de las empresas contratistas no tienen las prestaciones laborales de los trabajadores de la empresa matriz”.
Ese esquema lo considera perjudicial para el sindicalismo, porque disgrega a los trabajadores, desapareciendo el sentido de la solidaridad y la cohesión, que es los que sirve de fundamento a un sindicato laboral.
En otro aspecto, el jurista consideró que conviene este año que el país ponga en vigor el convenio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), ratificado por el Congreso Nacional, que otorga derechos laborares a las trabajadoras domésticas. Esta una tarea pendiente.
Las sanciones. El experto en Seguridad Social, quien está actualizando su libro “Derecho del Trabajo”, cree que hay sanciones para los violadores del sistema, pero indica que para eso se debe fortalecer al Ministerio de Trabajo con un mejor presupuesto.
Asimismo afirmó que se deben seguir profundizando los cambios en el país, llevando a cabo políticas agresivas de justicia e inclusión social.
Alburquerque afirmó que el tranque en la modificación del Código de Trabajo, que data de 1992, y en la consecución de las conquistas laborales durante el año pasado, estuvo en el tema del auxilio a la cesantía, ya que las organizaciones sindicales lo asumen innegociable.
Manifestó que una comisión del Ministerio de Trabajo busca en estos momentos una reforma al Código, que espera sea de progreso y de fortalecimiento de los derechos de los trabajadores.
Se opone a que se elabore un nuevo Código Laboral que transite, como en otros países, en una reforma de flexibilidad y de desregulación y desprotección a los trabajadores dominicanos.
Manifestó que el Código de Trabajo, en sus inicios, sirvió de ejemplo a la OIT, para mostrar una legislación protectora de los trabajadoras.