Berlín. Berlín estimó hoy que la economía alemana crecerá este año un 1,8 %, tres décimas más de lo previsto hace sólo cuatro meses, gracias al consumo privado, la caída del precio del crudo, el aumento del empleo, la baja inflación y las subidas de los salarios.
El ministro de Economía, Sigmar Gabriel, presentó hoy en Berlín la actualización del cuadro macroeconómico nacional para este ejercicio y el que viene, que recoge el beneficio de una serie de factores internos y externos, y pasa de puntillas por la evolución de la crisis del euro y el conflicto en Ucrania.
“El pilar maestro del repunte es el consumo privado”, subrayó el titular de Economía y vicecanciller, que destacó “la sostenida evolución positiva del mercado laboral con salarios crecientes y creciente empleo».
La caída del precio del petróleo, que acumula un descenso superior al 40 % en los últimos doce meses ha dejado más dinero en los bolsillos de los alemanes, a los que también ha beneficiado el entorno de baja inflación, que este año, según el pronóstico gubernamental, se situará en el 0,5 %.
Además, el mercado laboral va a prolongar su momento dulce, de acuerdo con esta previsión, ya que la población empleada va a alcanzar los 43 millones de trabajadores, un récord, y el número de desempleados va a descender en 110.000 personas, para seguir moviéndose en mínimos históricos, con una tasa inferior al 3 %.
Debido a este contexto laboral -y también a la introducción a primeros de este año del salario mínimo interprofesional- se prevé que los salarios netos repunten este ejercicio un 2,8 %, con lo que calculan que la renta disponible avanzará un 2,7 %.
Con estas cifras, Gabriel reivindicó la acción de gobierno del actual Ejecutivo, una coalición de los conservadores de la canciller Angela Merkel y de los socialdemócratas que él lidera, y destacó que este crecimiento está llegando a un “capa amplia de la sociedad».
Asimismo, aprovechó para subrayar que el consumo privado está llevando el peso del repunte del Producto Interior Bruto (PIB), frente al modelo previo alemán, basado en el músculo exterior, lo que había ocasionado críticas de la Comisión Europea y de Washington por el agudo superávit comercial exterior alemán. Según el nuevo cuadro macroeconómico, las exportaciones crecerán un 4,7 % este año, mientras que las importaciones aumentarán un 5,7 %.
Gabriel instó sin embargo a no caer en la “complacencia” y abogó por “trabajar principalmente en mejorar las perspectivas de crecimiento a medio plazo”, esto es, “invertir en educación e investigación, en infraestructura y en mejores condiciones para los inversores privados».
Las inversiones, uno de los motivos de preocupación de la economía alemana por la cronificación de su déficit, avanzarán también este año, según el Ministerio de Economía. Las inversiones en nuevos equipos crecerán un 2,8 % y las destinadas a inmuebles un 2,1 %. El documento de Economía incluye también los pronósticos para 2016, en los que Berlín estima que su PIB avanzará otra vez un 1,8 %, mientras sigue aumentando la población empleada -hasta los 43,1 millones- y descendiendo el desempleo, en unas 20.000 personas. Las inversiones el año que viene aumentarán un 3,1 %, mientras la inflación se eleva hasta el 1,4 %, y las exportaciones avanzan un 4,5 % y las importaciones un 5,1 %.
Pese al alza de tres décimas del PIB para este ejercicio, el pronóstico del Ejecutivo alemán sigue manteniéndose por debajo de las previsiones de otras instituciones nacionales e internacionales. El informe conjunto de los institutos económicos de referencia de Alemania estimó la semana pasada que la mayor economía europea crecerá este año un 2,1 %, una tasa que el Bundesbank (Banco central alemán) considera como el escenario más optimista. El Fondo Monetario Internacional (FMI), por su parte, situó el crecimiento alemán para este ejercicio en el 1,6 %. EFE jpm/ah (audio) -K-ECO-ECONOMIA,MACROECONOMIA,INDICADORES-
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