Alemania: se dificulta alcanzar la volatilidad de energía renovable

Alemania: se dificulta alcanzar la volatilidad de energía renovable

Weixin Zha

La transición de Alemania hacia la energía renovable creó un mercado detan volátil que los seres humanos están teniendo problemas para seguirlo.

Grundgruen Energie GmbH, una empresa de cuatro años de antigüedad cuya oficina con paredes de vidrio queda a pasos de la calle comercial más a la moda de Berlín, emplea una técnica adaptativa que es más probable encontrar en los mercados para acciones, bonos y monedas: deja que un programa de computadora haga la parte difícil. Otras nueve empresas comerciales, la mayoría de ellas fundadas recién el año pasado, hacen lo mismo en el mercado alemán, según una estimativa de la bolsa Epex Spot SE en París.

Los movimientos de los precios intradía en el mercado alemán, de nueve años de existencia, superan “en unas doscientas veces a los de los mercados financieros”, dijo Karl Frauendorfer, profesor de Investigación de Operaciones en la Universidad de St. Gallen en Suiza, quien trabaja con operadores de electricidad hace casi veinte años. “La volatilidad hace imposible que los seres humanos observen de manera eficiente los límites a los riesgos”.

Intermitencias. El compromiso de la canciller alemana, Angela Merkel, con la energía limpia triplicó la producción de energía solar y eólica en los últimos diez años y llevó al abandono de la más previsible energía nuclear. La producción intermitente de energía renovable ha hecho que los operadores se concentren cada vez más en contratos de electricidad por hora o cuarto de hora para reaccionar rápidamente a los cambios en el clima que alteran el suministro de energía. Esto aumentó la necesidad de programas informáticos con algoritmos que pueden hacer compras y ventas por su cuenta.

Este es un ejemplo de cómo funciona: el 7 de octubre, un día nublado, la producción de energía solar fue la más baja desde marzo, 37,5 gigawatts-hora, en comparación a un promedio anual de 93 gigawatts-hora. En la oficina de Grundgruen, a minutos de la Kurfuerstendamm, una luz roja titilaba cada algunos segundos y aparecía en una de las pantallas de las computadoras de la empresa.

A medida que los precios de la energía subían y caían con la producción de más de 1,5 millones de plantas fotovoltaicas y turbinas eólicas en Alemania, el robot informático de Grundgruen estaba ocupado comprando y vendiendo en el mercado de Epex para cualquiera de los 24 segmentos de una hora o 96 períodos de quince minutos del día. Había ganancias potenciales en tanto los precios oscilaban de 0 a 84 euros por megawatt-hora.

Computadoras. En Grundgruen y sus colegas, las computadoras asumen el control cuando los operadores venden la producción esperada de los parques solares y eólicos en base a la previsión del tiempo del día anterior. Como la producción diverge del pronóstico, un algoritmo informático se asegura de que la cantidad de electricidad vendida coincida con la producida y pondera los precios y el costo de las transacciones.

De día, un operador de Grundgruen puede decidir anular un pedido hecho por la computadora. A la noche, los robots están bastante solos, a menos que se prevean condiciones meteorológicas difíciles. Otras empresas dependen aun más de las máquinas. En Kom-Solution GmbH, una empresa alemana de energía propiedad de cinco concesionarias municipales de energía eléctrica, las operaciones quedan a cargo de las computadoras toda la noche y los fines de semana, lo que ahorra costos.

“En los noventa, era el tipo a lo Gordon Gekko que arreglaba las cosas por teléfono con información exclusiva”, dijo Andreas Keil, máximo responsable ejecutivo de Energy2Market GmbH. Su empresa también emplea computadoras para operar, las cuales son monitoreadas las veinticuatro horas del día por los empleados. “En la década pasada estaba el operador clásico con doce pantallas y ahora es cada vez más una persona con conocimientos de matemática que lidia con algoritmos”, apuntó el ejecutivo de Energy2Market GmbH.

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