BERLÍN. El consejo de ministros alemán adoptó este miércoles la ley que establece en el país un salario mínimo -proyecto clave del nuevo gobierno de Angela Merkel- y se aplicará a casi todos los trabajadores a más tardar en 2017.
«La vía está libre» para el salario mínimo, anunció la ministra del Empleo, Andrea Nahles, en conferencia de prensa tras el consejo de ministros.
El salario queda fijado en 8,50 euros brutos (USD 11,70) la hora. La ley entrará en vigor el 1 de enero de 2015 pero se prevé un periodo de transición para los sectores sometidos a un acuerdo gremial.
En 2017, como muy tarde, afectará a todo el mundo, salvo los menores de 18 años, los becarios y los desempleados de larga duración, que quedarán exentos por un periodo de seis meses tras su contratación. La ley todavía tiene que ser adoptada por los diputados del Bundestag, cámara baja del parlamento alemán, y probablemente por la cámara alta Bundesrat, lo que inicialmente no debería plantear problemas.
El establecimiento de un salario mínimo es una revolución en un país que deja históricamente la negociación salarial en manos de la patronal y los sindicatos. Los socios de Alemania, como Francia, esperan que el salario mínimo solucione las situaciones de ‘dumping’ en algunos sectores y estimule el consumo interno en la principal economía europea.