ALERTA.Visión crítica de los poemas de René del Risco Bermúdez, IV

ALERTA.Visión crítica de los poemas de René del Risco Bermúdez, IV

Juan Freddy Armando

SUS MEJORES SONETOS:

A mi juicio, los más valiosos son: Tiempo de Espera, Las Ramas, La Infancia, Soneto a Oscuras, A Ti, Tu Frente, Tu Cabellera, Soy Tu, Este Soy, Tu Mano,  Yo Persigo tu Nombre. De entre ellos, analizo ahora los más emblemáticos.

Tu Mano

 Ola imprevista, ala pretenciosa,

repentina ternura acariciante,

tu mano tiene el límite radiante

de la tarde y del cielo en que reposa.

 

Ramillete de amor, pájaro, rosa,

enamorado gesto delirante,

tu mano es el milagro denunciante

de un mundo de imperfectas mariposas.

 

Si cae, si se detiene, si se cierra,

clausura claridades en la tierra,

liquida la hermosura, quiebra el cielo.

 

¡En cambio cuando vuela, en un instante

el mundo es un espacio fascinante

sin dolo ni acritud, trampa ni duelo!

 

Formas externas. Excelente pieza, cadenciosa, con terminaciones en rima consonante, natural y espontánea. A pesar de que en su octavo verso tiene un plural que debió singularizar para armonizar mejor.

Hecho en el modelo ABBA, ABBA, AAB, AAB para las clásicas 14 sílabas definitorias del género desarrollado por Petrarca en el siglo XIV allá en su Italia. Aunque Del Risco también usa el de ABAB, ABAB, ABA, BAB, lo frecuenta poco. Debido a que probablemente se formó con la lectura de sonetos de los maestros más clásicos, en vez de los posteriores sonetistas -Machado, Unamuno y otros- quienes emplean ambos modelos.

Formas internas.Prefiere la metáfora que ilumina en vez de oscurecer, que es el sentido que late en la etimología de esa palabra.

Concebir la mano como un ala (primer verso del segundo terceto) o verla como un mundo de imperfectas mariposas (cuarto verso del segundo cuarteto), o como el límite radiante  de la tarde y del cielo en que reposa (tercer y cuarto versos del primer cuarteto) dota a este soneto de una elegancia sutilmente innovadora.

Contenidos: Es un poema de amor, hecho con ternura, suavidad de seda, para la dueña de la “ola imprevista, ala pretensiosa”, la divina mano.

Soy Tu…

 Soy tu quiero llamar, tu qué tristeza,

tu vestido guardado en el ropero,

tu horóscopo fatal, tu aquel sombrero

que no has vuelto a poner en tu cabeza.

 

Soy tu sueño cortado, la sorpresa

de una puerta crujiente, tu desvelo,

los pasos en puntillas, el pañuelo,

y el perfume llenando aquella pieza.

 

Soy tu qué diferente, tu nobleza,

tu sortija, el perfume de tu pelo,

tu eterna juventud, tu amor que empieza.

 

¡Este soy yo, tus rabias y tu anhelo,

tu respuesta al cansancio que bosteza,

tu instante de belleza, tu agrio cielo!

Formas externas. Es como una canción fácilmente musicalizable, por su cadencia. Con rimas en a yo, combinación muy acudida por nuestro autor.

Como he dicho más arriba, Del Risco Bermúdez prefería casi siempre la combinación ABBA, ABBA, AAB, AAB en la organización de las rimas, y no la segunda opción: ABAB, ABAB, ABA, ABA.

En ocasiones, combinó ambos estilos. Es decir, empleó el primero en los dos cuartetos y el segundo en los dos tercetos. Tal como afirmamos anteriormente, nos parece un error, desde el punto de vista del clásico soneto elegante, aunque podría calificarse como un experimento.

Formas internas. Las analizo partiendo de esta base: Lo que hace a un poema bueno no son las muchas metáforas innovadoras. Puede ser expresamente directo y crudo. Lo que sí es indispensable es que sea en sí mismo una metáfora, un enfoque del tema de modo desacostumbrado pero gracioso y seductor. Que así, saliéndose de los cánones de su época y cultura, consigue convencer, transportar al éxtasis, a la catarsis estética y demostrar su insólita tesis sobre algún lado del mundo.

Posee la sencillez y buen sentido del estilo hindú, sin la armazón de tropos de la tradición verbal de España. Es una excelencia del escritor.

Contenidos. De enfoque creativo, el poema es una metáfora per se, pues magistralmente rompe el punto de vista que espera el lector. La idea es que el enamorado protesta tierna y dulcemente a la enamorada por sus pretextos, frases, manías.  Un juego que convierte la protesta en un motivo cariñoso que le recuerda a la enamorada situaciones, de una manera que la hará sonreír y acercarse más a su amado: “Soy tu quiero llamar, tu qué tristeza,/ tu vestido guardado en el ropero,/ tu horóscopo fatal, tu aquel sombrero/ que no has vuelto a poner en tu cabeza…”.

 Tiempo de Espera

 Casi muriendo ya, solo en la espera

del prometido día sin quebranto,

sobre la dura piedra de mi canto

establecí mi Patria verdadera.

 

Aparté mi lucero, mi bandera

de amarga soledad alzada, en tanto

nutrí de dura luz mi desencanto

de paloma angustiada y prisionera.

 

Aquí mora mi voz, aquí en la esquiva

soledad donde espero la misiva

de alegre fuego o muerte mensajera;

 

aquí se nutre el arpa, aquí detengo

el poderoso arco que sostengo

para que el entusiasmo no se muera.

Formas externas. Muy buen texto, en rimas en a y o, con perfecto ritmo. Muestra de que ya el poeta logra montarse en el ágil y exigente caballo del soneto y no caerse. Lo ha domado plenamente. Aunque en los versos del segundo terceto emplea la rima con desinencias verbales, cosa que evade el sonetista desde hace ya un gran tiempo, ello no le quita a este su elegancia y atractivos.

Formas internas: El texto se desarrolla con la crudeza dramática directa requerida por su dolor, sin decoraciones retóricas que estorben la angustia que desea comunicar. Ya en el segundo cuarteto el pesar se vuelve metáfora efectiva y penetrante: “…nutrí de dura luz mi desencanto…”, tropo que nos hace llegar con fuerza creadora y emocional el estado de sus sentimientos. Es la dura luz que sostiene su esperanza en la  lucha por el bienestar del pueblo.

Después leemos: “…de alegre fuego o muerte mensajera…”.  Equivale a un modo poético de adoptar su convicción de llevar hasta las últimas consecuencias su lucha liberadora.

Tu cabellera

 Ese frío de sombras que derrama

sin rumor su hermosura por el viento,

ese cielo de oscuro sufrimiento

que te cubre, te cae, se desparrama.

 

Ese negro total con que proclama

tu amoroso poder y tu armamento,

ese alto ramaje de tormento,

ese bosque de besos y de llamas.

 

Esa, tu cabellera inagotable,

esa honda espesura navegable

terriblemente dulce y derramada

 

¿Quién después de este amor y de tu olvido

ha de escucharla así rodar sin ruido

sobre tu desnudez enamorada?

Formas externas. El mejor de todos. Realizado a la manera que los especialistas llaman el soneto perfecto, por su composición, cadencia, ritmo, acentos y rimas consonantes, cumpliendo las exigencias de los grandes maestros del género.

Formas internas y contenidos. Sus encuentros metafóricos son portentosos. Comparar el pelo de una mujer con “un frío de sombras es estéticamente un logro, y verlo luego “como un oscuro sufrimiento que cubre, cae y se derrama, es otra proeza literaria. Muestra al cabello largo como fuerza superior: la que perdió Sansón cuando le fue cortado por Dalila. También evoca el poder del pelo largo femenino.

Eso nos conduce a la sorprendente y estremecedora imagen final: La mujer desnuda con su pelo largo y silencioso sobre su  “…desnudez enamorada…; así, radiante en su conquista de la mente masculina.

OTROS POEMAS DEL AUTOR

Hasta aquí el análisis de los sonetos. En la próxima, veremos su poesía en verso libre.

 

 

 

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