Franklin Mirabal 
Alex Rodríguez sintió un gran alivio con su jonrón de tres carreras del pasado domingo.
La prensa de Nueva York ya lo tenía “en candela”, y lo menos que pedían era que los Yanquis lo botaran, aún faltando dos años de su contrato.
De un lado, era preocupante su slump de 19-0, pero ya en el pasado había tenía dos malos momentos de 21-0.
Los Yanquis lo bajaron a sexto bate, pero eso también lo había hecho en el pasado el entonces manager Joe Torre.
El problema es que en NY hay gente que odia a Alex.
Y lo odia hasta cuando es el líder del equipo, como ocurrió en el juego del pasado domingo.
Los Yanquis tienen pendiente pagar 20 millones de dólares a Alex en el 2016 y 2017.
Es mucho dinero y dejarlo libre no sería el mejor negocio.
En el peor de los escenarios, Alex podría justificar parte del dinero que gana. Es muy probable que mucha gente no quiera que supere al ícono Babe Ruth como el “rey de los jonrones en los Yanquis”, y quizás tampoco jugando con el club.
Sin embargo, Rodríguez enseña a todos que es un mago en eso de levantarse cuando ya muchos creen que está acabado.
Luego de su tablazo del domingo, Alex tomó primera página en todos los diarios de Nueva York, y al menos por ahora, sigue con la frente en alto en NY.
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