Alexitimia incapacidad de reconocer sus propias emociones

Alexitimia incapacidad de reconocer sus propias emociones

Las emociones forman parte de la cotidianidad. Y aunque llorar, reír, enojarse… son reacciones comunes del ser humano, hay personas que no son capaces de expresarlas.
A esta condición se le conoce como alexitimia, y el neurólogo José Silié Ruiz la define como la incapacidad que presentan determinadas personas para expresar verbalmente las emociones que experimentan o para conocerlas.
“Algunos creen que el 10% de la población mundial la padece en mayor o menor grado”, indica Silié, quien además señala que es mucho más común en varones.
Silié detalla que existen dos clasificaciones: la primaria, que es producida por daños cerebrales, y la secundaria que es debida a traumas emocionales que impiden a las personas expresarse y coordinar sus propias emociones.
“La emoción es un conjunto de respuestas químicas y neuronales que forman un patrón instintivo. Estas respuestas dinámicas son producidas por el cerebro cuando detecta un estímulo emocionalmente competente. Es decir cuando el objeto o acontecimiento, real o rememorado, desencadena una emoción y las respuestas automáticas correspondientes. Eso es lo que se pierde en esta condición psicológica de la inexpresividad”, explica.
La manifestación del amor, el odio, la alegría, el miedo, son sentimientos que al vivirlos, se hacen parte de las estructuras cerebrales, creando nuestra memoria y que nos harán “sentir” y luego las podemos verbalizar y compartir.
“Estas emociones se inician en los sentidos, pero al llegar al cerebro van a la parte anterior de la ínsula, pasando a la corteza cingulada anterior. El estimulo emocional continúa hasta hacerse consciente esa emoción al llegar a la corteza pre frontal en su área dorso lateral y a la parte inferior del lóbulo parietal y desde allí a todo el cerebro para hacerse entonces vibración con memoria y es en aquel momento que la valoramos como emoción grata o no”, elucida el experimentado neurólogo.
El doctor Silié dice que el inicio del neurodesarrollo tiene lugar en el embarazo. Las conclusiones de las investigaciones son contundentes a la hora de demostrar la influencia del estrés materno en el bebé mientras está en el antro materno. “El niño que está permanentemente expuesto a situaciones que lo estresan sufre; esto solo ya es suficiente para intervenir. Pero el daño es mayor aun, las experiencias que vive hoy pueden mermar el potencial de su neurodesarrollo marcándolo de por vida”, asegura el especialista de Corazones Unidos y del Centro de Otorrino.

El diagnóstico. Esta condición neuro-psicológica, se diagnostica a partir de la observación conductual, implica una historia clínica detallada, desde el nacimiento, con la información de padres, familiares, profesores y amigos de la persona a evaluar.
“Debemos de manera obligatoria, descartar condiciones médicas que pudieran ser causantes de condiciones similares, tales como: autismo, tumores cerebrales, accidentes cerebro-vasculares, esclerosis múltiple, depresión, trastornos de personalidad, adicciones, hidrocefalia, enfermedad de Parkinson, afasias, agnosias, psicopatías, trastornos de estrés postraumático, violaciones, abuso sexual, temores, etc., es decir, que las causas tienen campos superpuestos en la neurología, la psiquiatría y la psicología”.
El médico agrega que además, se valora la baja capacidad de introspección y de fantasías del paciente, con una vida interior muy baja, con una mínima tendencia a las emociones, a compartir planes futuros y a socializar en grupos, prefieren el aislamiento.
Estas personas son empáticos, de escaso hablar, les cuesta mantener vínculos afectivos, tienen poca apetencia sexual y presentan un gran conformismo. Sin embargo, son impulsivos.
“El test más usado para medir esta condición, es la Escala de Alexitimia, desarrollada por el doctor G. Taylor y sus colegas de la Universidad de Toronto, Canadá. También llamado el test de Toronto”, dice.
El test se puede descargar gratuitamente por internet. Contiene unas 20 preguntas que permite saber si padece algún grado de Alexitimia, “pues se valoran desde las emociones hasta la socialización con terceros”.
Tratamiento es dinámico. “Hecho el diagnóstico correcto, la psicoterapia por manos expertas es mandatoria. Hay que manejar si hay depresión u otra condición que deba medicarse, pero es un manejo más psicológico”, indica.
El pronóstico dependerá de la severidad de los daños y la penetrancia de los aspectos genéticos también envueltos. “La reeducación del paciente es lo mandatorio. Enseñarlos a compartir, inteligencia emocional, a decir te quiero, te necesito y creo que me haces falta, etc. Cuando el daño no es severo el pronóstico es generalmente muy bueno”, resalta el neurólogo.

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