Algo de todo: mis mejores deseos para el nuevo año que se asoma.

Algo de todo: mis mejores deseos para el nuevo año que se asoma.

Elsa Ramírez de Miura

En Japón, nada de 12 campanadas, las campanadas son 108, cada una simboliza un deseo terrenal que hay que mantener alejado. Luego de los festejos, se dirigen a los templos budistas a pedir buena suerte para el próximo año, se realiza una profunda limpieza del hogar y es muy importante saldar todas las deudas.

En Dinamarca, la gente aprovecha el Año Nuevo para demostrar a sus seres queridos cuanto los aprecian lanzando platos viejos acumulados durante el año en el frente de sus casas. Mientras más platos rotos encuentran en su jardín al otro día, significa que más apreciados son.

Hasta el siglo XVI, el día de Año Nuevo fue el 25 de marzo. Desde 1582 pasó a ser el 1° de enero. Antes lo había sido también el 1° de marzo y el 25 de diciembre.

En Brasil, la gente acude a las playas a ver los fuegos artificiales y se lanzan flores al agua para pedir deseos. Las sacerdotisas colocan barquitos con velas, regalos y flores, si el mar se los lleva es símbolo de buen presagio para el año que viene.

El Año Nuevo tiene muchas tradiciones, algunas de ellas son: el primer baño del año se dice que debe ser de esencias, preferentemente de mandarina para la prosperidad y el dinero; rosas para el amor, y sándalo para limpiar las energías negativas.

Otra tradición es que si se quiere borrar las cosas negativas del pasado, escríbalas en un papel y quémelas para que no se repitan en el nuevo año.

Recibir el año con una moneda en el zapato o un billete en el bolsillo traerá dinero y para conseguir un ascenso, súbase en una silla o en una escalera.

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