La iniciativa del Instituto Tecnológico de las Américas (ITLA), de abrir 20 centros de enseñanza gratuita en todo el país para capacitar a 20 mil jóvenes en tecnología informática, es una de las mejores formas de contribuir a eliminar la brecha digital. Es una manera loable de poner a estos muchachos en condiciones de mejorar sus objetivos de vida a través del dominio de una disciplina que abre puertas hacia el progreso.
El ITLA, con la cooperación del Instituto Nacional de Formación Técnico Profesional (INFOTEP) y el Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones (INDOTEL), hará con este plan piloto un aporte muy importante para poner al alcance de los jóvenes una herramienta que les facilitará conseguir empleo o emprender negocios propios en el ámbito de especialidad de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), que son un puntal de primer orden en la conformación de la República Digital.
Tal vez sea útil que el ITLA y sus aliados se acerquen a la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), que recientemente ofreció utilizar sus centros regionales para impartir carreras técnicas y capacitar a los jóvenes de diversos puntos del país. Darle a los jóvenes la herramienta del conocimiento es una de las formas más efectivas de combatir la pobreza. Manos a la obra.
¿Conquistar la LMD para qué?
Los partidos del sistema se disputan la secretaría general de la Liga Municipal Dominicana (LMD). Hemos escuchado y leído la manera vehemente y persistente conque cada partido promueve sus candidatos. Todos hablan de la función codiciada, pero ni partidos ni aspirantes ha dicho algo que nos indique el propósito de convertir a ese organismo en algo funcional, que realmente le sirva de soporte a los gobiernos municipales, que no se limite a succionar parte del dinero que debe destinarse a obras municipales.
Lo evidente es que la LMD solo le interesa a estos grupos como fuente para colocar militancia con cargo al erario, al dinero de los contribuyentes. Y tal como es ahora, así de infuncional, solo sirve para eso. Es hora de que pensemos en una manera en que la LMD le sirva a los municipios o deje de existir.