Alzheimer y depresión: ¿Hay alguna relación entre estas dos patologías?

Alzheimer y depresión: ¿Hay alguna  relación entre estas  dos patologías?

Así como una persona adulta mayor, en “la tercera edad”, podría sufrir caídas depresivas, al notar que ya su vida no es la de antes, que sus habilidades y energías merman, que su memoria falla en ocasiones, también la depresión podría ser el debut hacia la aparición de enfermedades de la memoria como el Alzheimer, a juicio del reconocido neurólogo José A. Silié Ruiz.
En conversación para ¡Vivir!, el doctor afirma que existe una estrecha relación entre depresión y Alzheimer, y que una podría llevar a la otra y viceversa.
El experto en la materia reveló que está demostrado que los adultos mayores que padecen de depresión tienen un 30 % más de posibilidades de desencadenar en la enfermedad de Alzheimer.
Señala, asimismo, que la relación entre ambas patologías se da por la alteración de los neurotransmisores que el cerebro necesita para su felicidad y manejo de la cotidianidad.
“Al deprimido se le ‘embota’ la memoria, el cerebro gasta tantas energías para él tratar de manejarse que termina en un deterioro celular y es ahí donde se cuela el Alzheimer”, dice Silié Ruiz, quien además expresa que en muchas ocasiones la frontera entre una enfermedad y la otra es muy difícil de precisar, por la razón de que en sus inicios las manifestaciones no son “tan floridas”.

“Por ejemplo, si usted cambia de hábitat, de ambiente, a un adulto mayor, esa tristeza, secundaria al cambio de su entorno, se enmascara con olvidos y torpezas conductuales que se asemejan a un Alzheimer. Por el contrario, un paciente que nota cambios en su intelecto y que es completamente capaz de percibir que estos van progresando de manera normal, lógicamente habrá de deprimirse”.
En tanto, si ambas condiciones se “sinergizan, el deprimido embota su memoria y el Alzheimer produce estados depresivos”.
¿Circunstancial o hereditaria? El neurólogo explica que ambas condiciones tienen un alto componente hereditario.
“La herencia es inevitable, pero la vida sana, la socialización, el ejercicio (caminar por lo menos cuatro veces a la semana), desarrollan más conexiones neuronales que ninguna otra actividad, similar a estudiar idiomas”.
También recomienda el doctor dormir bien, moderar el alcohol, las grasas en sangre, controlar la presión arterial y la diabetes, ya que son factores que favorecen a evitar una y otra enfermedad.
“La soledad mata más que los accidentes de tránsito y el cigarrillo”, afirma Silié Ruiz.
¿Qué hacer ante estos episodios conductuales? El neurólogo indica que lo correcto frente a estos casos es el manejo enérgico de los estados depresivos, utilizando la medicación adecuada, así como la psicoterapia.
“Estos tratamientos harán que el paciente salga pronto de este estado de tristeza y melancolía y, por ende, da el ‘chance’ de que su cerebro no se deteriore, que no haya degeneración neuronal, que es lo que produce el inicio del Alzheimer.
Añade que generalmente los daños por el Alzheimer se inician a partir de los 40 años de edad, por lo que hay que estar atentos y actuar.
Otras recomendaciones. Para evitar el Alzheimer, este neurólogo recomienda llevar una vida socialmente activa, hacer ejercicios físicos, principalmente caminatas diarias, realizar actividades intelectuales, como las lecturas, llenar crucigramas, estudiar idiomas, evitar relacionarse con persona de las denominadas ‘tóxicas’ en términos de falta de alegría, y moderar los vicios.

Estadísticas nacionales de estas relaciones en pacientes. El doctor Silié Ruiz señala que aunque no hay estadísticas en el país sobre la relación entre Alzheimer y depresión en pacientes locales, investigaciones respecto de este fenómeno sí dan cuenta que son numerosas.
“Se ha demostrado que la persona deprimida dobla la posibilidad de padecer la «enfermedad del alemán»”, concluye.

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