AMABLE STERLING, MAESTRO DE LA LINEA

AMABLE STERLING, MAESTRO DE LA LINEA

Cuando entramos en la sala sin detenernos en una obra específica disfrutamos de un horizonte donde la línea llevada al blanco y al negro con encuentros del azar con la mancha negra y la forma nos envuelve en un mundo anatómico, lírico, mítico y carnal.
Consideramos el dibujo como el armazón, y la arquitectura del arte, sacar con una línea directa, en movimientos ondulados en formas geométricas, cuerpo o idea y pensamiento es el encuentro excepcional de la capacidad de representación gráfica que tienen los seres humanos más allá de la reflexión realidad significado de la palabra.
El dibujo, el trazo representa visualmente lo que el artista piensa, ve, interpreta, sugiere o incita. La obra de Amable Sterling se caracteriza desde nuestro punto de vista en el sentido literal que tiene el ojo, es decir la visión con el pensamiento, como una obra en movimiento donde la humanidad se celebra en su cuerpo. Cuerpos en estado de levitación y placer, cuerpos en estado celestial, en un movimiento aéreo que sigue buscando al Ícaro perdido, pero también cuerpos portadores de realidad y sueños como esos prometeos que pensamos haber adivinado en hombros divinos portadores y cargadores de un mundo indefinido.
El maestro puede hacer lo que quiere con lápiz, con carboncillo, con tinta, con deslizador, porque tiene en su puño guardada toda la metáfora de la forma que busca.
Hemos encontrado en el conjunto de las obras muchos ejes de reflexión e investigación para el arte contemporáneo. Muchos de los dibujos presentados sobre papel elaborados con una composición exquisita de matices entre blancos, gris y negro, compartidos en espacios bien definidos nos dan una impresión de facture donde recordamos los dibujos de la tradición clásica y atormentada de Francisco Goya, pero también del francés Greuze y Daumir. En otras obras, logramos un ambiente de fuerza retenida en el cuerpo surgida del taller de Michelangelo y de Leonardo Da Vinci y es que en esta obra hay un ambiente mitológico que nos recuerda los esbozos los estudios de estos dos artistas renacentistas. Lo interesante en el intercambio con Amable Sterling es la gran apertura y conocimiento que ofrece en cuanto a su experiencia y visión de la historia del arte. Nos ha expresado su admiración y maestría del dibujo durante todo el renacimiento y considera que esta es una escuela fundamental donde todo artista puede sacar conocimiento y también didáctica.
Cuando hablamos de didáctica recordemos que Amable Sterling ha sido profesor durante más de 40 años y se ha dedicado en cuerpo y alma a sus estudiantes. Su pasión por enseñar él la ha vivido como una oportunidad excepcional donde el maestro confiesa todo lo que él ha aprendido con sus discípulos y abunda en anécdotas y ejemplos donde a la vista de los trabajos de muchos jóvenes se le han planteado ocurrencias, reflexiones e intercambios que él como artista ha tomado en cuenta. Esto nos abre una perspectiva de diálogo estético y visual en cuanto a la forma y técnica, quizás como respuesta a esa escuela y academia de los años 60-70 que bajo la conducción direccional de Jaime Colson, impuso mucho dirigismo y autoritarismo en la enseñanza.
En esta exhibición que ahora se prolonga en la escuela Nacional de Bellas Artes de la Ciudad Colonial tenemos una convivencia morfológica con los caballos y los humanos. El caballo despliega en toda su anatomía la manifestación de toda su fuerza viril y de una armonía excepcional en el conjunto físico. Sterling maneja con la representación del caballo la valoración mitológica de un animal que ha cumplido con todos los sueños hasta lograr identificarse en un vuelo universal en la figura de Pegaso.
Más allá de estos referentes visuales estamos frente a un artista de una amplia cultura y conocimiento del mundo que le permite abarcar un amplio imaginario nutrido de una técnica ejecutada con persistencia y labor.
El maestro pertenece a una generación que se hizo artista con conciencia y conocimiento. Sabemos que este oriundo de La Romana hijo de una familia modesta y digna tuvo desde la preadolescencia el fervor por el dibujo y desde niño ejecutaba sobre papel sus ideas.
No se dejó llevar por la búsqueda del éxito ni confundir por los alardes del mercado.
Su obra va acorde con su personalidad, la de un hombre de alta conciencia ciudadana y responsabilidad cívica.
La exhibición responde a la publicación de su libro “Mis recetas del dibujo’’, obra fundamental que permite plantearse lineamientos, reflexiones y técnicas sacadas desde su experiencia en el taller creativo de la UASD por más de 20 años.
Vale considerar que República Dominicana tiene una academia dibujantica de la cual han surgido maestros indiscutibles, cada uno con personalidades propias y propuestas representativas específicas.
En Amable Sterling nos atrae esa línea que desemboca en propuestas contemporáneas posmodernas donde notamos en la línea deslizamientos y libertades fuera de la forma donde se indica un deseo de alcanzar la abstracción lírica y eso lo hemos presenciado en dibujos donde la línea lleva el movimiento de un laberinto sin poder abandonar, sin poder liberarse del cuerpo.
Intuimos una necesidad de coquetear libremente con la línea en una cadencia armónica de un movimiento aéreo que nos sugiere una música de fondo en muchos casos de Lizt y otros nos lleva sobre todo en las manchas al mundo abrumador de Beethoven.
Hay música en la obra de Sterling porque hay un movimiento enlazado en la armonía de los cuerpos animales y humanos, hay música porque el conjunto se sella por una determinada y convincente coherencia y limpieza en la factura visual.
Invitamos al público, a todos los estudiantes de artes plásticas y visuales, a los críticos y a los artistas de las nuevas generaciones a deleitarse frete a una exhibición que es un auténtico taller abierto y a conocer el libro “Mis recetas del dibujo’’, que siendo un libro de arte imprescindible en una biblioteca es todo una didáctica de la línea.
Reconocemos en la Escuela de Artes Plásticas de la UASD un gran sentido de relacionar la escuela con la exposición de este maestro que ha permitido una inolvidable apertura con uno de los mayores maestros de la generación del 70 imprescindible en sus aportes.

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