“Amemael”

“Amemael”

Nuestra historia reciente recoge múltiples tipos y conductas de gobernantes, destacándose un buen hombre campesino, con poco nivel de instrucción, un nonagenario ciego autoproclamado sordo y mudo, un abogado pésimo declamador defensor de las “manos limpias” que cayó preso, un “conceptualizador” que quebró las marcas de viajes turísticos presidenciales y de endeudamiento externo, un “hombre de palabra” que no respetó ninguna con su comportamiento inestable desencajado y estrambótico y actualmente, un competidor de Jehová que pretende hacer “lo que nunca se ha hecho”.

Si no fue producto de mis sueños fantásticos, pudo tratarse de una referencia jocosa en una tertulia de amigos, uno de los cuales dejó caer el chisme de que el ex presidente agrónomo Hipólito Mejía le había puesto el mote de “Amemael” al licenciado Luis Abinader, combinando su supuesta característica de amemao (dominicanismo por lento, ignorante y tonto) con su apellido Abinader.

Como en política, igual que en el béisbol, se producen sorpresas que finalmente se acaban con el out 27, hasta que el pueblo no tome su decisión en el próximo torneo electoral, no está descartado que los ciudadanos, en una decisión inesperada, voten por un supuesto amemao que sorprenda con su nivel de instrucción, joven que no se proclame sordo ni mudo, que no recite poemas ni robe porque ya es rico, que sorprenda conceptualizando adecuadamente sin complejos ni apetitos de turista viajero cogedor de préstamos con la república como hipoteca, cumplidor de su palabra, sin actuar como un loco ni proponerse hacer lo que nunca se ha hecho, entendiendo que lo ideal y objetivo es hacer lo humanamente posible destruyendo lo malo, multiplicando lo bueno y hacerlo mucho mejor.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas