Más perder que ganar
La semana pasada, Manny Acta despidió a Félix Fermín como dirigente, en su condición de vicepresidente de operaciones de béisbol de las Aguilas Cibaeñas, y asumió el puesto de capataz del conjunto.
Sin lugar a duda alguna, si alguien está capacitado para ejercer las funciones de dirigente en la pelota invernal dominicana, y mucho más después de haber dirigido dos equipos diferentes en Grandes Ligas, ese es Manny Acta.
La razón por la que asume el puesto es comprensible también.
Fue contratado para tratar de romper una sequía de ocho años en el equipo de Santiago de los Caballeros y recibió todo el apoyo del mundo para convertirse en el mandamás de las operaciones de béisbol del conjunto.
Pero, ¿realmente tiene algo que ganar Manny Acta con esta decisión?
Creo que Manny se colocó en una situación de demasiada presión para él mismo y en una en la que él tiene muy poco que ganar y mucho que perder.
Si gana, es porque lo debía hacer, pero si sucede lo contrario es porque no tuvo cómo lograrlo.
Después de varios años como gerente general de los Tigres del Licey y ejerciendo funciones de coach de Grandes Ligas, con los Marineros de Seattle, hasta cierto punto la decisión de asumir como dirigente de las Aguilas Cibaeñas era inesperada.
En esta momento, ganan las Aguilas, la Liga de Béisbol Profesional de la República Dominicana y hasta los fanáticos al disfrutar de un gran hombre de béisbol dirigiendo un equipo del patio.
¿Pero realmente tiene algo que ganar Manny Acta al tomar las riendas de un equipo que aun necesita mucho qué mejorar? No me parece.