Las personas con insuficiencia cardiaca, hipertensión y otros problemas del corazón pierden el interés y la potencia sexual debido a las complicaciones inherentes a esa condición, algunos tratamientos medicamentosos y al factor psicológico.

Un estudio realizado en Estados Unidos demostró que el 50 por ciento de los pacientes con alguna afección cardiovascular disminuye su potencia sexual y el deseo, situación que ocasiona trastornos en la vida de la pareja.

El doctor César Herrera, director del CEDIMAT Centro Cardiovascular, dijo empero que para un paciente cardiovascular estable la actividad sexual no es perjudicial, siempre y cuando se haya discutido el tema entre paciente y médico.

“Si bien es cierto que lo indicado es real en términos de fisiología, una vez que el paciente está estable, la vida sexual no presupone peligro”, expresó Herrera, al hablar en la Tercera Jornada Científica de Enfermería de CEDIMAT.

En la Jornada, el encargado de enfermería del departamento de hemodinámica de Cedimat, licenciado Alexis Rodríguez, expuso que el acto sexual provoca variaciones importantes en el gasto energético y cardiaco, lo que podría poner en peligro la estabilidad de un paciente no estable que padece enfermedad coronaria.

“Esas variaciones dependerán del estado físico del paciente y su pareja, el tiempo de excitación y si se trata de una relación extraconyugal”, afirmó Rodríguez quien expuso una conferencia en el encuentro de enfermeras de todo el país

La jornada se desarrolló encabezada por la licenciada Milagros Ureña, directora general de CEDIMAT; el doctor José Yunén, director médico; doctor César Herrera, director del CEDIMAT Centro Cardiovascular; y el doctor Eddy Pérez Then, director del departamento de Gestión del Conocimiento.