Annan: guerra Irak fue mi peor momento

<p>Annan: guerra Irak fue mi peor momento</p>

NUEVA YORK (AFP).- El secretario general de la ONU, Kofi Annan,  afirmó que no haber impedido la guerra en Irak fue el peor trance en sus diez años en el cargo y pidió que el organismo sea juzgado sobre todo por sus labores humanitarias, al dar el martes su última rueda de prensa al frente de la organización internacional. 

“El peor momento fue, por supuesto, la guerra de Irak, que como organización no pudimos detener aunque hice todo lo que pude para detenerla”, manifestó el diplomático ghanés al ser preguntado por los peores tragos de su mandato que culmina el próximo 31 de diciembre.

“El otro momento doloroso fue la pérdida de nuestros colegas en Bagdad”, agregó, en referencia al atentado contra la sede de la organización en la capital iraquí en el que murieron 22 trabajadores, incluido el enviado especial para Irak, el brasileño Sergio Vieira de Mello.

El atentado tuvo lugar el 19 de agosto de 2003, a los pocos meses de la invasión y supuso la reducción a mínimos de la presencia de la ONU en el país alegando razones de seguridad.

En su rueda de prensa de despedida, Annan, que deja el cargo con 68 años, dijo que el escándalo en torno al programa de la ONU “petróleo por alimentos” supuso también un duro golpe “por el modo en que fue explotado para perjudicar a la organización”.

Al hilo de la reflexión sobre la corrupción en este programa, ideado para que el régimen de Saddam Hussein vendiese el petróleo necesario para adquirir productos de primera necesidad durante el embargo que siguió a la primera Guerra del Golfo de 1991, Annan lanzó un encendido alegato en favor de la organización.

“Creo que cuando los historiadores examinen las evidencias sacarán la conclusión de que, efectivamente, hubo mala gestión y varios miembros del personal de la ONU involucrados, pero el escándalo, si acaso, tuvo su escenario en las capitales y en las 2.000 empresas que alcanzaron acuerdos con Saddam a nuestras espaldas”.

Según la investigación oficial, esas empresas pagaron sobornos que contribuyeron a que Bagdad se apropiase de más de 1.800 millones dólares. El hijo de Annan, Kojo, fue uno de los que se benefició del programa, aunque no se hallaron evidencias de que su padre estuviese al corriente.

“Espero que los historiadores se den cuenta de que la ONU es más que ‘petróleo por alimentos’. La ONU es la que coordinó (la ayuda a) el tsunami (que azotó las costas del océano Indico en 2004) (…) la ONU que lucha por la igualdad y la consecución de los objetivos del milenio, la ONU que lucha por la dignidad”, aseguró.

El secretario, que será sustituido por el surcoreano Ban Ki-Moon, situó a los críticos de la organización sobre todo en Estados Unidos, donde Annan tiene muy mala prensa en círculos conservadores que no le perdonan, entre otras cosas, sus críticas a la invasión de Irak y que le culpan de lo que consideran una organización ineficiente.

“Sabemos que tenemos a críticos muy elocuentes en Estados Unidos. Quizás son una minoría, pero son muy elocuentes. Aceptamos las críticas honestas y justas. Lo que debo decir a quienes quieren debilitar y destruir la ONU, es que, si la ONU desaparece, ¿quién va a encargarse de ciertas cuestiones?, ¿quién hablará por los pobres y les defenderá?”.

Al preguntarle sobre el futuro de cuestiones candentes como las ambiciones nucleares de Irán, Annan advirtió que seguir el ejemplo de Irak y lanzar un ataque militar sería “desastroso” e “insensato”.

“No creo que hallamos llegado a ese punto o que debamos ir en esa dirección. Creo que sería insensato y desastroso”, explicó.

“Creo que el Consejo, que está discutiendo la cuestión, procederá con cautela y tratando de hacer todo lo que esté en sus manos para llegar a un acuerdo negociado”, concluyó.

Los quince miembros de la máxima instancia de la organización están actualmente negociando la imposición de sanciones a Teherán con el objetivo de que abandone su programa nuclear.

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