Este año fiscal la economía del Estado Libre Asociado (ELA) registró una baja de 1.2% y la proyección para el 2017 es que la caída continuará de manera pronunciada hasta llegar a 2% y en el peor de los escenario la reducción llegaría a 3%, según estimados “conservadores” de la Junta de Planificación (JP).
“Debido al grado de incertidumbre que existe en todo pronóstico económico y dado la fragilidad de la economía de Puerto Rico, la Junta de Planificación estima dos escenarios alternos al escenario base, que son el pesimista y optimista. En el escenario pesimista a precios constantes se proyectaron reducciones de 2.0 y 3.0 por ciento para los respectivos años fiscales 2016 y 2017. En cuanto al escenario optimista se proyectaron decrecimientos de 0.4 por ciento en el PNB real para el año fiscal 2016 y de 1.0 por ciento para el año fiscal 2017”, plantea el informe hecho público ayer y del cual se hizo eco el diario El Vocero.
De acuerdo con los datos presentados por Luis García Pelatti, presidente de la JP, la economía de Puerto Rico registró en el año fiscal 2015 una reducción en términos reales de 0.6%, al compararse con el fiscal 2014. “A precios corrientes, el PNB alcanzó US$68,720.4 millones y creció 0.4%. La proyección del escenario base del PNB real se estimó en $6,238.0 millones para el año fiscal 2016. Esto representaría un descenso de 1.2% comparado con el año fiscal 2015”, señala el documento.
Cuando se hacen las proyecciones para el año fiscal 2017, sin considerar variables considerables como la reducción de gastos y del presupuesto aun sin configurar y la posibilidad de una junta de control fiscal que altere la composición de la estructura gubernamental, se espera que el PNB alcance la cifra de $6,111.0 millones, para una reducción de 2%.
“A precios corrientes, el PNB se proyectó en US$68,775.0 millones y US$68,297.0 millones para los años fiscales 2016 y 2017, respectivamente”, se agregó en el informe.
El próximo presupuesto será muy particular, ya que están pendiente posibles recortes en asignaciones federales en el área de la salud, que tendría un impacto considerable sobre la economía local. Aunque estas asignaciones no entran en el presupuesto general, sino en el consolidado, sus repercusiones son de gran peso.
De hecho, en 2015 las transferencias federales al ELA cayeron 0.1% y aunque la proyección actual de la JP es que puedan aumentar hacia el siguiente año, eso todavía es incierto.
Mientras, el gasto de consumo personal real, que es el principal componente del PNB, se redujo 0.3% en 2015 y el estimado para el 2016 es que habrá un descenso de 1.2% y para 2017 será de 1.6%.
Respecto al gasto en consumo del gobierno, entre 2011 y 2015 hubo una reducción de unos US$1,300 millones menos de gasto en consumo del gobierno y sus corporaciones, lo cual incide en la actividad económica. Estos números no deben mejorar mientras no se activen los diferentes programas de obras y mejoras capitales de las corporaciones y el gobierno en general, cuyas obras de mantenimiento están detenidas.