Las anomias en todos los segmentos vitales del gobierno del presidente Danilo Medina agravan a diario, conforme noticias que presentan los periódicos y medios de comunicación del país, radiales y televisados.
En su edición del 2l de este mes, que por error fechó 27, El Nacional explica de un tirón, algunas de las anomias incomprensibles de este gobierno del PLD, insertando en su primera página el asombro de que en la maternidad La Altagracia perecieron l4 niños el fin de semana previo.
Prosigue informando protestas por intensos apagones, inclusive en presumibles circuitos 24 horas como Gascue, principal núcleo del país, donde se ubican la casa de gobierno, PN, Banco Central, Aduanas, Hacienda, ISR, superintendencia de Bancos y Seguros, y residencia del embajador del imperio.
Una foto explica el adiós a reparación del hospital materno Infantil de San Lorenzo de los Minas y final, nuevo escándalo de corrupción de la valla construida anexa a la playa de Barahona para un hotel propiedad del ministro de Obras Públicas, Gonzalo Castillo, devenido en magnate, hijo de un barbero, pared anti ética, que vulnera la ley Medio Ambiental de edificar ese tipo de construcción a menos de 60 metros del borde de las olas, está a 30 metros, bendecida por el inefable ministro de MA, Francisco Domínguez Brito.
Otro escándalo involucra al ministro administrativo de la Presidencia, José Ramón Peralta, acusado de irregularidades en importaciones de alimentos por el agrónomo Leonardo Faña, dirigente del PRM.
Peralta hizo declaración de bienes por RD$269 millones, pero posee pinacoteca valorada en RD $3,362,290 y muebles por RD$ 2,454,008. ¿Y entonces?
Los 56 hospitales públicos están en el quirófano por carencia de medicamentos y equipos.
La anomia del gobierno del presidente Medina es manicomial.