El economista Bernardo Vega se preguntó ayer si es viable realizar un aumento salarial importante en el país en los sectores público y privado sin romper el equilibrio macroeconómico o crear presiones inflacionarias y afectar mucho la balanza de
pagos.
Al participar en el panel sobre “Los salarios, la productividad y el crecimiento”, organizado por Comité Económico de la Cámara Americana de Comercio (AMCHAMRD), Vega se preguntó, asimismo, si se ha hecho el estudio para determinar el impacto de un aumento salarial en el país.
En el panel, celebrado en el hotel Sheraton, también invervinieron Juan Reyes, viceministro de Competitividad del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD), y Martín Francos, director de la Escuela de Economía de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM), mientras Nassim Alemany, presidente del Comité Económico de la Cámara, fungió como moderador.
Vega dijo que un aumento salarial beneficia a las empresas del sector bancario, telefónicas, las empresas de televisión y las industrias para el consumo interno masivo, pero afectaría a la industria que se dedica exclusivamente a exportar.
Expresó que hay que ver el impacto de un incremento salarial en esos sectores y dijo que la economía dominicana es más de servicios y menos industrial.
A su juicio, la mecanización procederá el día que aumenten los salarios en el sector agrícola combinado con un bajo costo de los combustibles.
Sostuvo que los niveles salariales no se pueden discutir sin plantear el tema de la presencia de mano haitiana en el país.
Precisó que la presencia de mano de obra haitiana dispuesta a trabajar por menos es un factor que no estimula el crecimiento de los salarios en el país.
“Mientras más amplia la brecha que hay entre los salarios de aquí y Haití, más estímulo hay para que la mano de obra venga al país”, sostuvo Vega.
Dijo que en la medida en que aumenten los salarios, los dominicanos que hoy en día no hacen un trabajo lo realizarían. Puso como ejemplo que un dominicano en el país no lava platos, pero lo hace en Nueva York.
En tanto, Martín Francos dijo que un peligro de un aumento salarial es que hay empresas que pasarían a la informalidad.
Consideró que habría que tomar en cuenta los indicadores de productividad y darle más poder de negociación a los sindicatos dentro de las empresas.
En cuanto a la apertura económica de Cuba, Vega dijo que el país puede sacar provecho.
En el área turística, dadas sus limitaciones de hoteles e inversión extranjera en Cuba, el turismo de cruceros es lo que está floreciendo y sugirió la ruta desde Santiago de Cuba a Maimón.
Resaltó que la zona franca podría tener un problema serio cuando Cuba pueda exportar al mercado estadounidense desde una zona franca que construye.