Apple se vio obligada a pagar 136 millones de libras (152 millones de euros) en impuestos atrasados después de una «exhaustiva» auditoría de HM Revenue & Customs, la Hacienda británica, según ha revelado el diario Financial Times.

El pago ha sido revelado en las cuentas de Apple Europe, una de las filiales con las que opera la tecnológica en Reino Unido, y abarca varios ejercicios anteriores a 2015. La empresa que dirige Tim Cook atribuyó este recargo a «la mayor actividad de la empresa».

Según explica el diario británico, el organismo detectó que los ingresos declarados por la filial, que ofrece servicios de márketing a una compañía hermana en Irlanda, no se corresponden con su actividad real. Se trata de una práctica habitual en Apple que emplea compleja estructuras societarias y avanzados métodos de ingeniería fiscal para reducir al mínimo el pago de impuestos en Europa.