Los estadounidenses apostarán US$4,800 millones en el Super Bowl este año, la mayor parte de manera ilegal, según un cálculo de la Asociación Estadounidense de Juegos de Azar (AGA, por sus siglas en inglés).
La asociación de defensa de los intereses de la industria de los casinos prevé que solo el 3 por ciento de las apuestas monetarias en el juego del domingo (cerca de 140 millones de dólares) se van a realizar legalmente. Los otros 4 mil 600 millones, aproximadamente, fluirían a través de canales no regulados, desde sitios de apuestas deportivas en el extranjero y corredores de apuestas locales hasta apuestas entre compañeros de trabajo y amigos.
Este desglose podría tener un aspecto muy diferente dentro de un año. En diciembre, el Tribunal Supremo escuchó los argumentos en el caso Christie vs. the National Collegiate Athletic Association (Christie contra la Asociación Nacional de Deportes Universitarios), un caso que prueba los esfuerzos del exgobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, por legalizar las apuestas deportivas en el estado. Si el tribunal da la razón al estado de Nueva Jersey en su decisión, que se tomará este año, los casinos del estado podrían estar recibiendo apuestas en cuestión de semanas, y otros estados pronto harían lo mismo.
«La gran pregunta que nos hacemos es: ¿va a ser 2018 el año en que por fin los gobiernos, los organismos deportivos y la industria del juego colaboren para acabar con el mercado ilegal de apuestas deportivas?», dijo el presidente de AGA, Geoff Freeman, en un comunicado en el que anunciaba el cálculo sobre las apuestas en el Super Bowl. La cantidad de dinero que las apuestas deportivas legales podrían proporcionar a los estados es una pregunta abierta.