BRASIL, uno de los destinos más cautivadores del mundo, es el gigante de Sudamérica, un país deslumbrante con playas paradisíacas, húmedas junglas y metrópolis inundadas de música. El quinto país más grande del mundo es conocido sobre todo por su carnaval, aunque en el nordeste tienen lugar celebraciones espontáneas casi todas las noches. La música y el baile son tan importantes como la comida y la bebida.

Brasil es igualmente conocido por su herencia cultural. Se puede pasear por las calles adoquinadas de las ciudades coloniales de Minas Gerais o asistir a una ceremonia de candomble en Salvador de Bahía, una ciudad que ha sabido preservar toda su belleza. En las pequeñas poblaciones de Espirito Santo es posible disfrutar del frenético forro (el baile de nordeste del país), y en alguna de las abundantes gafieira (salas de baile) de Río se tendrá la oportunidad de practicar la tradicional samba.

En Brasil se pueden encontrar magníficas ciudades coloniales, maravillas arquitectónicas y tesoros artísticos de difícil catalogación. Petrópolis, antaño refugio de la corte real portuguesa, está llena de historia y de imponentes mansiones. En las antiguas ciudades mineras de Ouro Preto y Diamantina destaca la arquitectura barroca y las majestuosas vistas. En clave más mundana, se puede asistir a un partido de fútbol en el estadio de Maracaná o a una representación teatral en el Teatro Municipal, ambos en Río. Sao Paulo, la gran “Rival” de Río, cuenta con excelentes museos y con una escena artística y musical de primer orden.

Se conservan pocos vestigios de los habitantes prehistóricos de Brasil, pero la línea oficial de investigación científica mantiene que los primeros habitantes del continente procedían de Siberia. Más, sigue siendo un misterio si esto ocurrió hace 50,000, 30,000 o solo 12,000 años.