Directivos de la Asociación de Representantes y Agentes Farmacéuticos (ARAF) destacaron la importancia de la actitud consciente que se ha creado en la justicia dominicana para sancionar la venta de medicamentos ilegales, la cual además de generar pérdidas millonarias a la industria farmacéutica, pone en grave riesgo la salud de los pacientes.
Al participar en el Encuentro Económico de HOY, Henry H. Suárez Ruiz, presidente; Fernando Ferreira Azcona, vicepresidente ejecutivo, y Jordi Manelic Gassó, miembro directivo de ARAF, expresaron que el tema de la venta de medicamentos ilegales (de contrabando, falsificados, reetiquetados por caducidad o por cambio de registro sanitario) es complejo, debido a que siempre se buscará una manera diferente para recurrir a esta práctica.
Sin embargo, los directivos de ARAF ven como positivo que en República Dominicana se ha creado una conciencia en el Poder Judicial para entender la gravedad de este problema, por lo que ya los fiscales entienden que es un tema serio porque se está jugando con la vida de la gente.
En tal sentido, destacaron que ahora en el país las personas que han sido capturadas y procesadas por ese delito fueron condenadas y están en prisión.
Dijeron que hay una persona condenada que lleva más de un año en la cárcel.
Agregaron que por parte de los jueces también hay más conciencia de la gravedad de esa mala práctica.
Resaltaron la creación de la Procuraduría Contra Crímenes y Delitos Contra la Salud, entidad que asegura hace una buena labor.
Resaltaron la eficiencia del magistrado Rafael Brito al frente de esa entidad, conjuntamente con un equipo formado por miembros de la Policía Nacional, de ARAF y personal del Ministerio de Salud Pública.
Explicaron que el negocio de la venta de medicamentos ilícito es muy rentable, porque comercializar, por ejemplo, un comprimido (pastilla) que fue elaborado con harina de maíz al precio de un medicamento original generará un margen de ganancia muy alto.
Por igual con reetiquetado, porque se toman productos ya vencidos que no tienen ningún valor para ser vendidos con una etiqueta nueva que dice están en vigencia. También en esta categoría caen a los que se les cambia el registro sanitario dependiendo del país de fabricación.
Pérdidas. En cuanto a las pérdidas que provoca la venta de medicamentos ilegales a la industria farmacéutica local, los directivos de ARAF indicaron que ronda los RD$3,000 millones al año, es decir, un 10% del mercado farmacético.
Puntualizaron que la práctica que genera más pérdidas es el contrabando. Revelaron que el año pasado el valor de las incautaciones ascendió a RD$104 millones.
Señalaron que los más contrabandeados son los productos para la disfunción eréctil (estimulantes sexuales).