El exconsejero del Poder Judicial Francisco Arias Valera acusó ayer al presidente Danilo Medina, y al del Senado, Reinaldo Pared Pérez, de querer obligarlo a firmar un acuerdo con el Ministerio Público e involucrar al expresidente Leonel Fernández y a otras dos personas en el expediente por el que está bajo arresto domiciliario, “so pena de recibir una pena dura”.

Arias Valera, quien hizo su denuncia desde la sede de la Nunciatura, adonde acudió al mediodía a solicitar asilo político, dijo que el propósito era dar un “Quirinazo judicial parte 2” contra el Fernández. Se retiró de esa embajada a las 4:00 de la tarde.

Radhamés Peña y Mariano Germán. Afirmó que como parte del acuerdo con la Procuraduría General de la República sobre hechos que sostiene no cometió, él tendría que denunciar y acusar a Fernández y al exprocurador Radhamés Jiménez Peña “como la cabeza de una red a lo interno del Poder Judicial dedicada a vender sentencias judiciales a favor de allegados de ellos, con la anuencia del presidente de la Suprema Corte de Justicia, Mariano Germán Mejía, y de la cual yo era parte de dicho arreglo, lo cual es totalmente falso y mentira”, dijo.

Las presiones. Según Arias Valera, todas las presiones, chantajes y propuestas en ese sentido la hacen “de manera sigilosa y soterrada a través de amigos, allegados y relacionados a mi persona”.

Resaltó que las presiones del Gobierno son tan fuertes, que el Banco de Reservas se niega a cumplir con una resolución del 23 de junio de este año que ordena levantar la oposición a RD$2.7 millones que tiene depositados en ese banco para la manutención de sus hijos, valiéndose de ardides y argucias.

El sometimiento. Arias Valera fue sometido junto a la suspendida jueza Awilda Reyes Beltré, por el exprocurador Francisco Domínguez Brito, acusados de supuesta prevaricación. Ambos están bajo arresto domiciliario. Bajo esa misma acusación están pendientes de sometimiento los exjueces José Dionisio Duvergé Mejía, Rosó Vallejo Espinosa y Víctor Mejía Lebrón.

En su casa. Tras su retiro de la sede de la Nunciatura, alrededor de las 4:00 de la tarde, Arias Valera dijo a periodistas que lo entrevistaron en su apartamento que se asiló porque se sentía acorralado, sin dinero, por el embargo de tres cuentas, sin poder salir a ningún lado y por la presión mediática, que dijo publican cosas acerca de él que no son ciertas.

Sin embargo, dijo que decidió retirarse aconsejado por su abogado, Carlos Balcácer, que lo llamó y porque está dispuesto a enfrentar su situación ante los tribunales, donde confió se le juzgará con imparcialidad en el proceso que se desarrollará mañana.

Afirmó que la acusación en su contra ha destruido a su familia, cuyos hijos de 12, 15 y 16 años deben permanecer en casa de parientes por la presión que tiene y por la falta de recursos.

Mostró la humildad de la vivienda en que vive y su ajuar. Dijo que sobrevive gracias al salario de su esposa como profesora, de quien dijo recientemente fue trasladada de una escuela de la capital a otra en Baní.

El abogado. Previo al retiro de la Nunciatura de Arias Valera, su abogado, Carlos Balcácer, ofreció una rueda de prensa en la acera. Explicó que su defendido no lo consultó para tomar la decisión que calificó de desacertada. Le pidió que saliera “de ahí”.

Descartó que el presidente Danilo Medina esté haciendo presión en el caso.