El día once del presente mes, luego de una postración en coma de ocho años, falleció en su rancho Los Sicomoros, en el borde del Neguev, el ex premier israelí Ariel Sharón, a quienes sus paisanos consideran un héroe, y un criminal de guerra por los árabes-palestinos.

Conocido mejor por Arik por los israelíes, Sharón fue un intrépido comandante en todos los frentes donde actuó, en la Brigada Alexandrioni, con apenas 14 años de edad, en la primera de cinco guerras entre judíos y árabes en 1948, cuando éstos se opusieron a la división del Mandato Británico contenida en la resolución 181 del 29-11-1947 de las Naciones Unidas en dos Estados, uno judío y otro árabe.

En la Guerra del Sinaí (1956), los Seis Días (1967), Yon Kippur (1973), Arik se destacó por su estrategia brillante, valor que despreciaba su vida y mucho más la de sus enemigos, que consideró no sus contrarios, sino esperpentos demoníacos que intentaban liquidar al Estado de Israel, dominado por la paranoia de sobrevivencia que ha conducido todos los excesos judíos contra sus hermanos de padre los árabes.

Arik Sharón fue identificado criminal de guerra por la Comisión Khan, por sus excesos incurridos cuando comandó una tropa que asesinó a mansalva a más de dos mil niños, ancianos, mujeres y hombres en los campos de refugiados palestinos de Sabra y Chatila el 12-9-1982 en Líbano, y también en la masacre de Kibya en 1953, donde fueron masacrados cientos de palestinos. Pagó en vida, con un coma de ocho años, sus crímenes de lesa humanidad. El resto de la pena la impondrá Yavé en el juicio final de Armagedón.