El arzobispo de Nueva York, Timothy Dolan, designó ayer a la jueza federal retirada Barbara Jones para realizar una “independiente y escrupulosa” revisión de los casos de abusos sexuales que enfrentan y cómo se manejan.
La exjueza, que también revisó los documentos confiscados por el FBI a Michael Cohen, exabogado de Trump, revisará, evaluará y hará recomendaciones para mejorar la respuesta de la Arquidiócesis a la crisis de abusos sexuales que confronta la iglesia. Para ello, han asegurado a la jueza acceso a registros, al personal y al propio Dolan. “Mucha de nuestra gente y sacerdotes le llama el ‘verano de infierno’ para nuestras familias católicas”, dijo el prelado al referirse a las denuncias que han puesto al descubierto escándalos de abusos sexuales que tiene a la Iglesia Católica en el ojo del huracán. Mencionó como ejemplo el caso de Theodore McCarrick, de 88 años, arzobispo emérito de Washington, al que acusan por abusos sexuales cometidos hace 50 años.