El arquitecto y miembro del Comité Central del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Rubén Minaya, sugirió al Gobierno central promover un régimen de viviendas en alquiler, además de enumerar los beneficios que esto conllevaría al Estado.
Al remitir una nota de prensa a esta redacción, el arquitecto Minaya explicó que la idea de crear una alternativa a la propiedad de la vivienda, plantea una política que tome en cuenta “nuestra realidad social y económica”, por lo que es urgente promover viviendas en régimen de alquiler, donde la familia pueda adquirir una vivienda por un porcentaje de su sueldo (10% a 20%) que se convierta en un aumento al sueldo real, que permita la posibilidad de consumo de otros bienes y que amplíe la canasta familiar, a la vez que se asegura dónde vivir.
“En una vivienda alquilada por tiempo indefinido, que tus hijos que viven en el mismo hogar, puedan heredar el compromiso legal y el beneficio del alquiler, con un límite inferior y un límite superior de ingresos definidos, podemos mezclar diferentes grupos sociales que impidan la exclusión y degradación del lugar, además, de diseminar estos proyectos por todo el país y no crear bloques llenos de gentes”, significó Minaya.
Agregó que la promoción de viviendas en alquiler ayudará a crear conciencia, cultura y compromiso de pago al Estado, lo que producirá un flujo de caja sostenido que permitirá la reinversión y el mantenimiento.
Entre algunas otras precisiones Minaya planteó:
Después de unos años pagando alquiler, se ofrece la opción de compra al inquilino por su comportamiento e historial de pago, entonces se convertiría en propietario.
Nuestra realidad nos indica que el70% de las viviendas de carácter social deberían estar en régimen de alquiler, y es una opción que se ajusta al hecho de no poder ser propietarios.
El que el Estado adopte el régimen de alquiler como política social de viviendas, beneficiaria al Estado porque tendría completa la política de vivienda, podría ordenar el territorio, revalorizaría las zonas en las ciudades, adecuándolas a las necesidades actuales, creando nuevas comunidades urbanas, con infraestructura y equipamiento por lo que mejoraría el medio ambiente y se tendría control de los asentamientos irregulares, control del costo de la tierra y seguridad jurídica.
El hecho de no tener como meta convertirnos a todos en propietarios, es lanzarle un salvavidas a todos aquellos que no podrían ser considerados susceptibles de crédito en el mercado de viviendas, que son más del 80% de la gente que trabaja.
Crear un modelo de política pública para viviendas, que incluya el régimen de alquiler como parte de ese modelo sería altamente viable, admisible, realizable, conveniente y compatible, por tanto una política de vivienda eficaz.