Juan María Ramírez 
Los alrededores de las paradas del Metro de Santo Domingo comienzan a ser arrabalizados. Algunas, como la Mamá Tingó, en Villa Mella, convertida en sanitario por choferes de carros públicos, quienes hacen sus necesidades fisiológicas al aire libre y sin ningún pudor.
Una situación de arrabal se observa también en la intersección de las avenidas Winston Churchill y John F. Kennedy, donde funciona la estación Ulises Francisco Espaillat, de la línea 2 del Metro, donde los choferes han tomado prácticamente una de las vías para establecer un control.
A este mal nadie pone control, y los agentes de la Autoridad Metropolitana de Transporte (Amet) pasan por el lugar, pero se hacen de la vista gorda. Sin embargo, el vehículo de prensa que se detuvo un momento para tomar una fotografía fue conminado a abandonar el lugar de inmediato. Además, han tomado la isleta para colocar un sanitario móvil, violando de esa manera el espacio público, por un lado, y contaminando el área por el otro, a pesar de que cada cierto tiempo este sanitario es higienizado.
