Reportaje vendedores de comidas en la Universidad Autónoma de Santo Domingo. 19 de agosto de 2018. foto Pedro Sosa
El entorno de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) vuelve a ser ocupado por vendedores de frutas, fritura, jugos, cocos, paleteros y de otras mercancías, lo que constituye un desafío al Ayuntamiento del Distrito Nacional (ADN) y a las autoridades de la propia academia.
Los vendedores toman gran tramo de las avenidas Correa y Cidrón, desde el hospital Oncológico Heriberto Peter hasta las proximidades de la entrada Sur de la UASD, pero además, ocupan lentamente la avenida José Contreras.
Estas vías de la Ciudad Universitaria son tomadas por buhoneros que cada vez aumentan en cantidad sin que nadie ponga freno a la situación, a pesar de los intentos por desalojarlos desde 2006.
Como es natural, el cúmulo de casetas y tarantines muestran un aspecto de arrabalización en la Ciudad Universitaria, con todo lo que implica en materia de higiene e inseguridad ciudadana.
Estos vendedores informales ocupan las aceras y parte de las calles, y se comportan agresivos ante cualquier intento de desocupar el área común dedicada al peatón.
En 2006 y 2010 el Ayuntamiento del Distrito Nacional (ADN), la UASD, la Policía Nacional, Autoridad Metropolitana del Transporte (AMET), hoy Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte (DIGESETT) y la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) así como las juntas de vecinos del entorno, acordaron trabajar juntos para desarrabalizar el entorno de la academia.
Hace exactamente ocho años la arrabalización en el campo de la UASD llegaba tan lejos que se consumía y se traficaba con drogas, según denunció en ese entonces el jefe de seguridad de esa casa de altos estudios, Percel Soto, quien había sorprendido a algunos en esa práctica y entregado a la DNCD.
Soto ofreció la información durante un encuentro de las autoridades, las iglesias y otras entidades, en búsqueda de soluciones a la arrabalización de la Ciudad Universitaria.
Desde entonces, la UASD está prácticamente sitiada, por lo que urge que se tomen medidas urgentes para rescatarla de los buhoneros, colmadones que la rodean y paradas de guaguas.
El secretario general del ADN de entonces, Domingo Contreras, recordó a los dirigentes de la UASD que en la última intervención de brigadas del cabildo para desalojar el entorno de la academia, hasta empleados salieron a enfrentarlos.
Confiaba que a partir del encuentro se produjera un cambio de actitud, ya que los buhoneros alegaban que tenían el apoyo de estudiantes y empleados.