La entrada de la ciudad de Santo Domingo en el kilómetro 9 de la autpista Duarte, de acceso al norte del país, se encuentra arrabalizada. Hay basura esparcida por doquier y la maleza ha formado un tejido cuyas ramas crecen a gran altura.
Este es el entorno del trébol que comprende el límite entre el Distrito Nacional y el municipio de Santo Domingo Oeste.
El lugar se ha convertido en una zona peligrosa, ocupada por atracadores que se aprovechan de la oscuridad para sorprender a transeúntes y despojarlos de sus pertenencias. También la utilizan personas que consumen drogas, hombres y mujeres que han improvisado espacios en los que durmen en pedazos de cartón y ropa vieja.
El drama lo narran comerciantes y transportistas instalados en esta área. Denuncian que hace más de tres meses que no envían brigadas de limpieza, lo que es más evidente en el territorio del Distrito Nacional. Luis García y Joel Gil Camacho, taxistas en un punto de la jurisdicción del Distrito Nacional, indican que desde que el exalcalde Roberto Salcedo perdió la sindicatura, nadie recoge los desechos sólidos. Esperan que el nuevo alcalde, David Collado, rescate el kilómetro 9 de la autopista Duarte.
La hierba ha crecido tanto en los últimos meses, que impide la visibilidad y la seguridad que requieren quienes atraviesan el lugar, a la vista de todos. Un perro atropellado por un conductor fue lanzado en los arbustos. Está en estado de descomposición y el hedor es insoportable.
En un recorrido realizado ayer por redactores de Hoy, se apreció que el descuidado ambiente, en peores condiciones en el Distrito Nacional, en la proximidad de la última estación del Metro de Santo Domingo.
Depósito de basura. La edificación que tiene el Metro de Santo Domingo, contigua a la estación del kilómetro 9 de la autopista Duarte y que se usa como una especie de respiradero, frente a los tanques de la Corporación del Acueducto y Alcantarillados de Santo Domingo (CAASD), la han llenado de escombros, materiales de construcción y basura. El espacio está abandonado aparentemente. Los conductores del transporte público de pasajeros Alfredo Mora, Juan Plasencia Santos y Luis Kelly Johnson, expresaron que la infraestructura del Metro la han llenado de desperdicios diversos personas que vierten camiones en horas de la noche.
Lanzaron piedras sacadas de una obra en demolición, tierra, alambres. Los plásticos (vasos, platos, botellas) cubren las aceras y las aguas cloacales están estancadas con tierra, cubriendo los imbornales que conducen las aguas de lluvia.