ARTE CONTEMPORÁNEO
Alexia Miranda

<STRONG>ARTE CONTEMPORÁNEO<BR></STRONG>Alexia Miranda

Alexia Miranda (San Salvador, 1975) realizó estudios de Humanidades, Danza Contemporánea y Artes Plásticas, Universidad de Las Américas, Puebla, México (1996-2002); Psicología Transpersonal y Lenguaje Psicocorporal, Universidad Dr. José Matías Delgado, El Salvador (2005).  Ha presentado sus performances e instalaciones en México, Costa Rica, Honduras, El Salvador, Estados Unidos, Guatemala, Cuba y  Lituania.

Ha sido premiada en la III Bienal de Arte Paiz, Guatemala (2005) y en el Festival Internacional de Arte Digital de la  Fudación Clic, El Salvador (2006). Obtuvo el Segundo Premio en el Certamen  de Poesía “Mujer Rompe Tu Silencio”, Fundación Origen y Concultura (2005) y una Mención de Honor en El VIII Premio de Arte Joven CCES(2007).

Su obra forma parte de la selección  “Aquí y Ahora Transcultura”, curada por Alanna Heiss”,  Ps1-MOMA-Nueva York. Actualmente es miembro activo del colectivo de artistas visuales “La Fabri-k”  de San Salvador y trabaja como tallerista de arte  y expresión corporal en comunidades rurales  de altos niveles de violencia. Su presencia en Santo Domingo se debe al proyecto “Arte de la Incertidumbre ”, organizado por Edge Zones Contemporary Art, curado por Charo Oquet, David Vardi y Reynaldo Thomson en los espacios del Centro Cultural  de España, el Centro Cultural Quinta Dominica y el Museo de Arte Moderno. Del fascinante diálogo que nos provocan su obra y personalidad, extraemos estos fragmentos esenciales.

-ALM: Esta claro que en tu práctica artística hay una relación entre danza, poesía y performance, ¿cómo piensas esa la relación?

-AM: La poesía es el motor primigenio. La poesía es esencia infinita, increada, indestructible, presente siempre. La danza es una catarsis. La relación de honestidad más pura con el otro. A Través de la danza  puedes entrar en una comunicación completa y absoluta con una otredad o con todas tus otredades. La danza también es poesía. Todas las artes son la poesía. Son manifestación de la esencia, de la consciencia cósmica. Como decía T. S. Eliot, el poeta no sabe lo que dice hasta que lo dice. En ese momento en que el poeta escribe lo que escribe es quizás el momento  en que toma conciencia de la consciencia cósmica, del instante efímero, del viaje existencial.

-ALM: ¿Y para la danza, aplicas estos mismos conceptos?

-AM: El danzante tampoco sabe lo que hace hasta que lo hace. Pero en el momento en que está ejecutando siente el placer infinito de estar conciente de ese momento de ejecución. Primero te dejas ir y luego disfrutas de un nivel de comunicación  delicioso, extraordinario, placentero. Es como un golpe de oxígeno en el alma. Esa es la magia del cuerpo en  movimiento.

-ALM: Precisamente, ¿cómo piensas esa relación entre cuerpo, espacio, poesía y movimiento?

-AM: En la danza el cuerpo se reverencia a sí mismo, se rinde al espíritu y ahí es cuando el cuerpo baila. Es porque el espíritu está presente en el cuerpo. Espíritu y cuerpo se han depositado una confianza en sí mismos. No hay fragmentación. En ese momento no hay reflexión sobre el tiempo. Partes de lo  atemporal, de lo metafísico y ya no importa el pasado ni el futuro. Es el instante eterno, el instante inmenso del que hablaron los poetas griegos, el que enaltece el espíritu del Ser creador.

-ALM: ¿De qué manera se materializaría esta relación en el caso de la danza, la poesía y la performance como prácticas artísticas contemporáneas?

-AM: Definitivamente, el trabajo con el  cuerpo implica el despliegue de un lenguaje autónomo. Un lenguaje que no puede ser obviado, un lenguaje exquisito, orgánico; un lenguaje vulnerable. En estos casos, tendríamos que hablar del cuerpo como lenguaje vulnerable y sobre la vulnerabilidad como una herramienta procesual de recurso estético.

-ALM:¿ y en el caso específico de la performance?

-AM: Para mí, el performance acción poética. Es la fenomenología pura. La fenomenología del arte contemporáneo. Sin fenomenología no hay performance; sin poética no hay performance. El performance es un arte eminentemente experiencial. En su práctica tiene que estar contenido el bagaje  de la experiencia. Ese bagaje es un Karma. Es tu memoria histórica en una línea de tiempo, consciente e inconsciente.

ALM: la problemática de la migración se torna un asunto fundamental para el arte contemporáneo, incluso en esta propuesta sobre “Arte de la Incertidumbre” que te  trae  a Santo Domingo y en la que hemos visto a muchos artistas y curadores abordando preocupaciones vitales como la memoria, las fronteras geográficas, económicas, políticas o culturales y las contradicciones identitarias, ¿tú que piensas? 

AM: Será mas bien que no están todas las fronteras, sino el instinto de territorialidad. De una necesidad del instinto de propiedad.¿ No será que estamos enfocándonos en los bordes a partir de sus señalamientos?. Pero no desde la conciencia de experimentar el distanciamiento y el exilio desde los bordes. ¿Desde el estarse en el territorio y desde ahí mismo mirarse?. La única manera de decir y ver las cosas de una manera diferente es experimentarlo uno mismo. Desde ahí puedo contar mi experiencia.

En síntesis

Miranda
La obra de Alexia Miranda forma parte de la selección “Aquí y ahora transcultura” curada por Alanna Heiss. Es miembro activo del colectivo de artistas visuales “La Fabri-k” de San Salvador y trabaja como tallerista de arte y expresión corporal en comunidades rurales de alto nivel de violencia.

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