GUADALAJARA, México. La cantante mexicana Flor Silvestre, un ícono de la música ranchera, se emocionó hasta las lágrimas junto con el público en el estreno del documental “Su destino fue querer” en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara.
El documental, que toma su título de su éxito “Mi destino fue quererte”, fue producido por su hijo, el cantante Pepe Aguilar, quien se dedicó a recopilar material histórico de la cantante y actriz que grabó 152 álbumes y tiene más de 75 créditos en películas realizadas de 1950 a 1991.
La artista de 84 años dijo que le emocionó mucho ver en el filme a su esposo, el fallecido cantante Antonio Aguilar, pues en vida siempre andaba con ella. “Lo que se ve, es lo que fuimos mi esposo y yo, y está ahí”, dijo en una entrevista con The Associated Press.
De hecho la canción a la que dijo que le tiene más cariño es “Mi otro gran amor”, la cual le dedica a Antonio Aguilar y canta en el documental. “Dice, `como al sol le hace falta la luna, así yo no podría ver la luz, como al aire le hace falta al mundo, así me haces falta tú, bellísima canción”’, cantó también durante la entrevista.
Flor Silvestre dijo que quedó muy satisfecha con el resultado del trabajo de Pepe Aguilar, que apenas pudo ver el día del estreno. “Yo no sé de dónde sacó tanta cosa, en mi casa tengo muchas cartas y recuerdos, todo eso lo sacó de ahí. Estoy asombrada de ver todo lo que pudo sacar”, dijo.
“Estoy muy impresionada, para mí está muy bonito, es parte de mi vida. No sé qué tanto pueda interesarle a la gente, pero ahí lo quiso grabar mi nuera y mi hijo, Pepe, y pues yo estoy muy a gusto con lo que sacaron, son puros recuerdos”.
En el filme aparecen fotografías, vídeos de sus presentaciones como solista y con Antonio Aguilar, algunas escenas de las películas interpretadas por La Sentimental, como la apodaban, así como testimonios de sus hijos y de personajes del medio artístico como Guadalupe Pineda y Angélica María, quienes exaltaron su belleza física y su voz. Pero no todo son alegrías.
La cantante que hizo propio el tema “Cielo Rojo” lamentó que la música ranchera esté en crisis. “Ay. se está acabando la música mexicana, la música ranchera, que ya no le dicen ni canción ranchera, ni canción mexicana, ahora le dicen regional mexicana, y eso no es cierto. Bueno, será regional, del norte, de alguna ciudad del norte, pero no, es la música mexicana, debe ser música mexicana”, expresó.
Confía que la música ranchera no desaparecerá y volverá a retomar su auge, y expresó su deseo de que algún cantante se haga famoso interpretando ese género musical. “Yo creo que va a seguir siendo, que va a volver.
Por ejemplo, Jenny Rivera murió antes de seguir con esa fuerza que tenía, con pura canción mexicana, con puras rancheras, lo que canta la gente en el rancho, que era lo que hacía mi esposo, porque él los primeros discos que hizo fue de canciones que él aprendió con los campesinos”, expresó.
Flor Silvestre, cuyo nombre verdadero es Guillermina Jiménez, comentó que desde niña le gustaba la música y se subía a un árbol a cantar paso dobles, tangos y todo lo que se aprendiera. “Desde los ocho años cantaba.
Mi papá me hacía cantar porque oía mis canciones, y las canciones viejas me las aprendía completitas. Me subía a un árbol y cantaba en un limón, ya tenía mis pasos marcados en el limón, para subirme”. Cuando se fue a vivir a la Ciudad de México su padre la llevó a un teatro y ya estando en la función insistió en cantar con un mariachi.
Así comenzó su carrera, “sin ser nadie”. Tras una gira por Centro y Sudamérica logró conquistar el escenario del famoso centro nocturno El Patio. “Ahí iban todos los días Emilio Azcárraga, Gregorio Wallerstein, que era el zar del cine, y todo el mundo me vio ahí, y me contrataron todos sin yo pedirlo ni nada, todos me llamaban y me llamaban, y así fue como comencé en la XEW.
Me contrataron por cinco películas, yo empecé desde los 13, pero para esto yo ya tenía de 15 a 18 años cuando empecé con el cine.
Ay, no quiero llorar, pero lloro, se me humedecen los ojos”, narró mientras se secaba las lágrimas con un pañuelo. Al principio le decían La Soldadera pero al locutor Arturo Blancas, que era “altote y muy guapote”, no le gustó. “En ese tiempo se estaba pasando la película `Flor Silvestre’, estelarizada por Dolores del Río. Fue así como me pusieron Flor Silvestre”, dijo la cantante.