Santiago. El Arzobispado de Santiago de los Caballeros valoró hoy los pasos dados por la Procuraduría General de la República en combinación con las autoridades polacas, para aclarar la situación en torno al sacerdote Alberto Gil, quien laboró por varios años en la parroquia San Antonio de Padua, en Juncalito.
En un comunicado de prensa enviado a los medios de comunicación, el Arzobispado se refiere al apresamiento de Gil y dice: “De esta manera se da seguimiento a lo que habíamos pedido desde el principio de este caso. Que brille la verdad y se implemente la justicia de rigor”.
Argumentan que esperan que todo el proceso ayude a reparar los daños causados a los menores y a sus familiares.
“Esperamos, como también hemos dicho, que todo este proceso investigativo y judicial ayude, de alguna manera, a reparar los posibles daños causados”, sostiene el Arzobispado de Santiago.