La asamblea del Partido Reformista Social Cristiano donde se proclamó al Ing. Quique Antún como candidato presidencial y una serie de figuras emblemáticas del reformismo en posiciones electivas, fue sin lugar a dudas una salida política ingeniosa que en principio ha producido un gran impacto.

Por primera vez en mucho tiempo, y a pesar de la renuncia del senador Amable Aristy Castro, un innegable líder de esa organización, el partido colorao ha proyectado una verdadera imagen de fortaleza y unidad, pues al incluir en su boleta electoral a dirigentes ortodoxos ganadores y exitosos como Jocesito Hazim, José Enrique Sued, Lila Alburquerque, Johnny Jones y otros, logra garantizar una votación importante en los comicios del 2016.

El Ing. Antún Batlle, dirigente reformista de larga data, proclamado como el flamante candidato presidencial del PRSC, ha demostrado con creces que es un político astuto, sagaz y muy hábil, ya que cuando se pensaba que su carrera política había terminado, ha emergido como el ave fénix convirtiéndose, sino en una poderosa opción de poder, en un ente para una posible negociación que pudiera ser decisiva en las próximas elecciones.

Antún Batlle ha logrado casi una proeza en términos tácticos y estratégicos: que esa vieja guardia del reformismo, con bases y raíces en las principales provincias del país, se mantenga a su lado no obstante el golpe que significó la salida de Amable Aristy Castro.

La asamblea del PRSC ha sido una especie de tabla de salvación para la organización inspirada y fundada por ese insigne caudillo y patriarca de la política nacional, el Dr. Joaquín Balaguer, cuya obra y legado el inexorable paso del tiempo reconoce como fecunda y trascendental, no obstante los errores que cometió durante sus mandatos gubernamentales. El nuevo candidato presidencial reformista, Antún Batlle, aunque enfrenta un escenario electoral difícil, tiene dos condiciones que le favorecen: capacidad y experiencia.