Atención oficial para el deporte

Atención oficial para el deporte

En Santiago el deporte no las tiene todas a su favor. Aunque la provincia ha dado al país excelentes atletas en múltiples disciplinas, el respaldo oficial deja mucho que desear. Por ejemplo, el complejo deportivo La Barranquita tiene muchas de sus instalaciones en malas condiciones y esto obstaculiza las prácticas. Aunque el Ministerio de Deportes ha intervenido para enfrentar la situación, su accionar no ha sido lo suficientemente contundente como para reanimar las prácticas deportivas.

El pabellón multiuso de Navarrete está en malas condiciones por falta de uso y de mantenimiento. Fue levantado hace diez años en el lugar en que está, a pesar de que la mayoría de las asociaciones deportivas plantearon la inconveniencia de la ubicación. Esto ha determinado el poco uso que se le da y el estado de abandono en que se encuentra, todo en perjuicio de las prácticas de disciplinas deportivas.

También, al transformar el Palacio de los Deportes en La Gran Arena del Cibao, se dejó sin alojamiento a numerosas asociaciones deportivas, que ahora enfrentan dificultades para trabajar en la formación de atletas. Todas estas situaciones han generado gran frustración entre los deportistas de la provincia. Santiago necesita que el Estado rehabilite y dé mantenimiento a las instalaciones deterioradas, y que disponga todo el apoyo necesario para la práctica deportiva.

Planificación agrícola

Las autoridades agrícolas han dispuesto, en acuerdo con los productores, que la producción anual de arroz se limite a dos cosechas, en vez de tres. El propósito es evitar sobreproducción del cereal y sacrificio de la productividad por causa de saturación de suelos y por cosechas de retoño y bitoño. Otro efecto positivo que se atribuye a esta limitación es que permite mejor preparación de los suelos para cada siembra.

Medidas de planificación agrícola como esa deberían ser aplicadas en los casos de otros cultivos, cuya producción se realiza en ciclos muy apretados durante el año, provocando a veces sobreproducción, sacrificio de productividad, rentabilidad y calidad del producto. En su condición de productor y exportador agrícola, el país debe enfocarse al máximo en la planificación de los ciclos de producción, para obtener mejor productividad y más rentabilidad para los agricultores.

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