Aumenta el hambre en el mundo

Aumenta el hambre en el mundo

ROMA (ANSA).- Unos 842 millones de personas carece de alimentos y la cifra que está en constante aumento, denunció ayer el informe 2003 de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), difundido en Roma.

En el informe sobre el estado de la inseguridad alimentaria mundial, la FAO, que tiene su sede en Roma, reveló que luego de haber disminuido a principios de los 90, el número de personas que padece hambre aumentó nuevamente.

De los 842 millones de seres humanos que en el planeta sufren de desnutrición, 798 millones viven en los países en vías de desarrollo, 34 millones en los medianamente desarrollados y 10 millones en el mundo industrializado.

El nuevo informe de las Naciones Unidas subrayó que se aleja cada vez más el objetivo planteado en la Cumbre Mundial sobre Alimentación, celebrada en 1996, de reducir a la mitad, en los primeros 15 años del siglo XXI, la cantidad de personas que padece hambre en el mundo.

«Tras haber conseguido reducir el número de personas hambrientas en los países en desarrollo en 37 millones durante la primera mitad de los 90, la cifra aumentó en 18 millones en la segunda mitad de la década», afirmó la FAO.

Según el informe, el número de personas que no come lo suficiente aumentó en los países de Africa central y occidental, sobre todo como consecuencia de los conflictos armados.

Junto a ellos -según la FAO- existe otra serie de factores negativos que provocan o agravan la situación, como la sequía y de la alarmante difusión del sida.

El informe subraya que los países que registran un elevado número de personas con subnutrición crónica registran altas tasas de prevalencia del HIV/sida y sufren con frecuencia emergencias alimentarias.

La única buena noticia proviene de América Latina y el Caribe, consideradas por el informe como la única región donde se redujo el número de personas subnutridas en los 90.

En el otro extremo de la clasificación se encuentran 26 países donde, por el contrario, el número de personas subnutridas aumentó en 60 millones durante el mismo período.

El informe divulgado hoy por la FAO analizó también el impacto del acceso a los recursos hídricos a la hora de garantizar la seguridad alimentaria.

Según el documento, la sequía es «la causa más común de la escasez grave de alimentos en los países en desarrollo». Africa ilustra bien esta afirmación porque es el continente más seco y la región donde el hambre está más extendido.

Por otra parte, el comercio internacional puede tener «un impacto clave en la reducción del hambre y la pobreza en los países en desarrollo», indicó la FAO, según la cual «en general, los países que tienen un mayor volumen comercial gozan de niveles más altos de crecimiento económico».

Según el informe, los países en los que más del 15 por ciento de la población pasa hambre deben dedicar más del doble de sus ingresos por exportaciones que lo que gastan aquellos que tienen una mejor situación alimentaria para importar alimentos.

«Pero su pobreza y su limitada actividad comercial reducen tanto sus ingresos por exportaciones como su posibilidad de comprar más alimentos en el mercado internacional», advirtió la FAO.

Hartwig De Haen, subdirector de la FAO para el departamento económico y social, indicó que para lograr una reducción en las cifras del hambre es necesario «aunar la voluntad política necesaria para emprender reformas políticas e invertir recursos allí donde sea más necesario».

El informe destacó algunos ejemplos exitosos de políticas destinadas a la reducción del hambre, como los que se pusieron en marcha en Brasil, Panamá, Kenia y Vietnam.

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