República Dominicana protagoniza en España su segunda participación en un Mundial de baloncesto con una plantilla diezmada por la ausencia de su jugador más importante, lo que plantea algunas interrogantes a la hora de establecer las reales posibilidades del país caribeño de superar la primera ronda.
El ala-pívot de Atlanta en la NBA, Al Horford, decidió no integrar el conjunto caribeño para completar su recuperación de la cirugía pectoral a la que fue sometido, y que le hizo perder gran parte de la temporada pasada de la liga estadounidense.
Aunque Horford tampoco formó parte del quinteto que logró el año pasado en Venezuela clasificarse para la cita española, su no participación “a la hora de la verdad” hace más pesados los hombros del alero Francisco García, la figura sobre la que el entrenador Orlando Antigua deberá estructurar su estrategia.
Pérdidas sensibles. Las pérdidas incluyen una muy sensible y conocida a última hora- la Universidad de Kentucky (EE.UU.) le negó el permiso de jugar el Mundial al pívot Karl Towns, de 18 años, quien estaba supuesto, con sus 2,13 metros, a defender los tableros del equipo. La ofensiva dominicana en España deberá contar, además de García, con el escolta James Feldeine, un efectivo tirador y diestro manejador del balón que no titubea a la hora de atacar el aro.
El ala-pívot Eulis Báez también será responsable de producir, al igual que el base Edgar Sosa, completamente recuperado de una operación de tobillo. El quinteto inicial deberá completarlo el pívot Eloy Vargas. “Estamos avanzando como queríamos, estos juegos de preparación nos han permitido observar a todos los muchachos, todo el talento que despliegan y se nos hará difícil realizar el último corte”, dijo Antigua al final de un cuadrangular de fogueo celebrado en Las Bahamas.
Al menos entre los 10 mejores. Tras esa etapa, el equipo se trasladó a Nueva York para toparse con el conjunto de Estados Unidos, ante el que cayó 105-62. Estos dos quintetos forman parte del grupo C del Mundial que completan Ucrania, primer rival dominicano en la sede de Bilbao, Nueva Zelanda, Finlandia y Turquía.
“Nuestra intención es finalizar al menos entre los 10 mejores del mundo; sabemos que es difícil pero no imposible, ya que tenemos la inteligencia y el talento. Iremos poco a poco”, expuso Martínez.
En verdad que República Dominicana tendrá que apelar a toda su inteligencia y talento para avanzar a octavos bajo la orientación de Antigua, quien después de ese compromiso asumirá la dirección del equipo de la Universidad de South Florida, su primera experiencia como entrenador titular en el baloncesto universitario estadounidense.