Autismo: una realidad que necesita ser visualizada

Autismo: una realidad que necesita ser visualizada

Ayer se celebró el Día Internacional de la Concienciación sobre el Autismo, por lo que la ocasión amerita reflexionar sobre una serie de aspectos que necesitan ser tomados en cuenta para que como sociedad hagamos frente a esta realidad.
Es necesario entender que los trastornos del espectro autista no constituyen una condición poco frecuente. Estudios de prevalencia realizados en diversos países indican una tasa que puede ir desde una persona con autismo de cada 37 o una de cada 68, aproximadamente.
En el país no se ha realizado un estudio de prevalencia nacional que sería un punto de partida para comprender las dimensiones reales de la situación y poder desarrollar políticas oportunas.
La psicóloga clínica Rosángela Mendoza dice que al hablar de espectro autista se debe ser consciente de que nos referimos a una gran variedad de maneras en las que los síntomas pueden estar presentes, ya que dos personas con autismo pueden ser muy diferentes. No obstante, hay unos síntomas centrales referentes a la particularidad de la interacción social que van a definir la condición.
“Hablar de espectro también conlleva a considerar casos de autismo leve que muchas veces pueden pasar desapercibidos a familiares, profesionales o maestros e interpretarse como otro tipo de problema”, señala.
Mendoza explica que personas con autismo leve o autismo de alto funcionamiento o el llamado Síndrome de Asperger tienen una serie de necesidades que deben ser atendidas, ya que de no hacerlo pueden verse inmersos en situaciones que conllevan mucho sufrimiento al sentirse que no encajan socialmente, ser víctimas de acoso o bullying u otros tipos de maltrato y presentar trastornos depresivos y de ansiedad, entre otras situaciones.

“Es necesario seguir formando a los profesionales de la salud y la educación para que puedan hacer una detección temprana oportuna. Está demostrado que la detección e intervención precoz lleva con más probabilidad a un pronóstico más positivo. En este mismo sentido, es importante que las universidades tomen en cuanta el tema del autismo en todos sus aspectos para incluirlo en las carreras correspondientes, así como, para el desarrollo de especializaciones en el tema”, indicó.

En esta misma línea, se hace necesario el desarrollo de un mayor número de servicios de salud y terapéuticos donde la familia pueda ir a buscar asistencia, orientación y apoyo.

La especialista dice que “asistimos a un cambio de cultura; la meta no es tener un niño que funcione en un ambiente terapéutico, la idea es que tenga una vida social como todos nosotros queremos tener, pero sobre todo como es su derecho. Para esta meta es necesario trabajar en la disminución y eliminación de tantas barreras sociales que son las que dan como resultado la llamada discapacidad”.

Involucrarse. En este punto, es necesario abordar el tema de la importancia del involucramiento de la familia en todo el proceso terapéutico del niño. Por más terapia que haya disponible, la familia debe vivir primero un proceso de aceptación que puede ser muy doloroso, pero es el único camino hacia un futuro mejor.
“Asimismo, debe estar abierta a aprender cosas que quizá nunca imaginó que debía aprender, a entender que la ruta se volvió diferente no por eso peor ni mejor y que habrá que cambiar actitudes, creencias y rutinas. Todo esto se dice o se escribe fácilmente, pero tenemos plena conciencia de que no lo es. Pero sin esto, el camino será más complicado”, asegura la psicóloga clínica.

Rosángela Mendoza indica que como sociedad, debemos pensar en hacer los espacios comunes más amigables para las personas con autismo.
“Tenemos evidencia suficiente de qué cosas pueden hacer su experiencia poco satisfactoria o confusa en espacios de recreación o de convivencia pública y de qué cambios podrían llevarse a cabo para que esto no suceda, desde la formación de personal sobre la condición hasta el uso de indicadores visuales y el adecuado manejo del sonido y las luces. Ya en algunos países hay experiencias con este tipo de ayuda en aeropuertos, cines, teatros, parques temáticos, centros comerciales, entre otros. Muchas cosas en este sentido son posibles si se aúnan esfuerzos”, concluye.

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