Si bien es cierto que adquirir un auto nuevo siempre es una experiencia emocionante, para muchos darse ese lujo es una solución imposible y un usado es lo más posible.
Pero no se desanime, pues comprar un usado puede tener sus ventajas, lo importante es poner cuidado en lo que hacemos y no decidir por instintos, ya que está arriesgando gran parte del patrimonio personal. Cuando adquirimos un auto usado debemos pensar en algunas cosas antes del desembolso final. Se deberá analizar bien el tamaño del vehículo que necesitamos (más grande, más problemático en ciudad) y la potencia del motor que deberá de tener, ya que incidirá principalmente en el consumo de combustible. También es importante tener en cuenta la póliza asegurada, pues un buen seguro tiene un alto costo. Por eso, en el caso de que lo vaya a comprar, primero investigue bien y no ceda a la sola tentación de que el auto luce bonito, y recuerde el refrán popular que reza: ‘cara vemos, corazones no sabemos’; lo que quiera dejar dicho que en un auto usado solo vemos en el primer momento sus detalles de carrocería, más no sabemos qué problemas puede tener su interior. Pero no se deprima, ya que comprar un auto usado no es sinónimo de comprar algo inservible, pues la mayoría de ellos se encuentran en buen estado, dependiendo mucho del año de construcción y el uso que le han dado anteriores propietarios.
Si tiene duda, recomiendo contactar un mecánico de confianza para que lo inspeccione y vaya por lo seguro. Además eso también le permitirá, en caso de requerir una reparación, negociar con el vendedor para que rebaje el precio, siempre y cuando el mecánico no te diga que no vale la pena la adquisición. Recuerde que un usado normalmente no tiene garantía y a mayor años de antigüedad tendrá más posibilidades de presentar fallas, por lo que es conveniente adquirir el menos viejo.