Un estudio realizado por una plataforma de Internet que calcula el precio de autos usados y las eventuales reparaciones que durante los años necesita, señala que siete de cada diez averías se produce en autos con más de 10 años.
Una ancianidad que en nuestro país todavía se considera ‘casi nuevo’ en un auto. Las consecuencias de este envejecimiento son negativas porque se corre mayor riesgo de sufrir accidentes, se multiplican las emisiones contaminantes y, además, consumen más combustible.

Entre las averías más comunes en los autos viejos destaca el desgaste de la correa de distribución, los frenos, los sistemas de seguridad como los anclajes de los cinturones y los tubos de escape. Por el lado opuesto, solo una de cada 10 averías se produce en autos de entre 1 y 5 años. Los autos modernos cuentan con más componentes y son más complejos que los antiguos, y aunque algunas averías se han erradicado por completo, han aparecido otras de nueva generación como los fallos presentados en los sistemas multimedia e interfaces de entretenimiento.

Con ese estudio se comprobó que el 80% de las averías afecta a vehículos con más de diez años. Según estos datos y pese a que ningún auto está exento de sufrir una avería, lo cierto es que el riesgo es más elevado cuanto más viejo sea el vehículo.