El desayuno con zumo de naranja, café y tostadas está en estos días más caro que nunca debido a un incremento de los precios de esos insumos.
La razón es simple, el revés climático que ha sufrido Brasil -el mayor productor y exportador mundial de café, azúcar y zumo de naranja- ha provocado que el precio de estos tres productos se haya disparado, revela una publicación de Bloomberg.
El cinturón productor de café del gigante sudamericano ha sufrido una grave sequía que ha lastrado la producción de los granos de dos de las variedades más consumidas en el mundo, la arábica y la robusta.
“Toda el agua que falta en estas zonas está anegando las zonas productoras de cítricos mermando la producción de manera significativa. Para colmo, las heladas en las regiones productoras de azúcar han recortado rendimientos”, afirma la publicación.
La delicada situación de Brasil ha llevado a los inversores a apostar por el aumento de precios de los tres productos. Los futuros del azúcar y zumo de naranja en Nueva York ya operan cerca de máximos de los últimos cuatro años, mientras que la variedad de grano de café arábica -la más usada por Starbucks- alcanzó la semana pasada su precio más alto desde febrero de 2015.
Los problemas de Brasil llegaron después de que El Niño provocara sequías en medio Asia a principios de este año, afectando gravemente a los suministros de azúcar y café.
Pero el país sudamericano no es el único que sufre las inclemencias del tiempo; en Florida, el segundo proveedor de zumo de naranja ha visto como un error en la fumigación de los cultivos ha provocado la dispersión de una enfermedad que los ha devastado.
Los inversores no han tardado en posicionar los futuros en precios mucho más altos. La posición neta a largo plazo del azúcar subió en la última semana un 6,4%, el mayor alza de las últimas seis semanas.
De parte del café, los traders apostaron por aumentar su tenencia alcista de café arábigo hasta la cota más alta desde octubre de 2014, mientras que el zumo de naranja subió por cuarta semana consecutiva.
Esta situación ha llevado a la medida combinada de participaciones de estos tres productos básicos a alcanzar el precio más alto en la historia de este indicador.