SANTIAGO. El enfriamiento de la economía en América Latina no debería ser un argumento para detener las reformas, dijo este viernes la presidenta de Chile, Michelle Bachelet.

Con una estimación de crecimiento para este año de sólo un 1,1%, los países latinamericanos enfrentan su menor proyección de expansión económica en cinco años.

«La coyuntura económica es compleja. El enfriamiento de la economía en la región es la confirmación de que se deben implementar las reformas de manera urgente», dijo Bachelet, al intervenir en la conferencia «Desafíos para asegurar el crecimiento y una prosperidad compartida», organizado por el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Bachelet, que asumió en marzo pasado su segundo gobierno de cuatro años, enfrenta el desafío de poner en marcha una ambiciosa reforma educativa, definida por ella misma como uno de los pilares para disminuir el principal problema de Chile: la desigualdad social.

Como punto de partida, Bachelet logró aprobar una reforma tributaria destinada a recaudaudar recursos para la reforma educacional, la que ahora se discute en el Congreso.

Pero el trámite de las reformas ha sido más complejo de lo esperado, por una férrea oposición de la derecha y tensiones al interior de la coalición oficialista, que han hecho derrumbarse la aprobación a Bachelet, según varios sondeos.

Las reformas tienen lugar, además, en un escenario de desaceleración de la economía chilena, que se espera crezca este año un 1,8%. «Hacer las reformas necesarias es la única forma de hacernos cargo de los desafíos que no pueden seguir esperando», agregó la mandataria chilena.

La conferencia del FMI arrancó este viernes, con la presencia de la directora gerente del organismo, la francesa Christine Lagarde.