La reducción en el ritmo de crecimiento representa un obstáculo para llevar a cabo las reformas estructurales que requiere la economía en el presente año, ya que ningún sector quiere enfrentar más cargas en el momento que sus ventas desaceleran.
La afirmación aparece en un trabajo de Enrique Penson Brisindi, de la firma Analytica RD, quien también plantea que la desaceleración del crecimiento económico de República Dominicana desde 7% hasta menos de 5 por ciento dificultaría el logro de las ganancias de la reducción del desempleo.
Recuerda que ya hace varios años economistas de renombre como Magdalena Lizardo y Rolando Guzmán estimaron que las reducciones del desempleo, que vienen impulsadas por crecimiento económico, requieren que el mismo se encuentre por encima de la tendencia de largo plazo para ser consideradas significativas.
Entiende que el Gobierno debería considerar lo anterior dentro de su estrategia de asistencia social para anticipar el caso hipotético en que la misma inversión de años pasados no retorne en el futuro los frutos acostumbrados.
Recuerda que sigue pendiente en el país una reforma real al sector eléctrico, una discusión sobre el balance de los derechos de los trabajadores y la rentabilidad de las empresas en una reforma laboral, y una reflexión sobre el tipo de Estado que queremos, y cómo se va a financiar, en una reforma fiscal de ingresos y gastos.
Enrique Penson Brisindi sugiere aprovechar los apuntes que trazarían de nuevo los técnicos del Fondo Monetario Internacional (FMI) en las próximas semanas como punto de partida para conversar sobre la República Dominicana que queremos dejarle de legado a nuestros hijos, y los esfuerzos que hay que lograr para alcanzarla.
Por otro lado, sostiene que es posible que la ralentización del crecimiento beneficie marginalmente al mercado de valores.
La colocación de bonos está relativamente lenta, por lo tanto, los bancos se ven en la necesidad de mantener más liquidez y buscar activos alternativos en el universo limitado de inversiones del país. Generalmente en este escenario, las empresas se mostrarían reacias a hacer ampliaciones de su capacidad productiva, por lo que una mayor parte del excedente que generan se destinaría a ahorros en el mercado de valores con rendimientos por encima de la banca comercial.
Sin embargo, señala que estos rendimientos han caído desde la segunda mitad del 2017, fruto de la misma liquidez de la economía y las medidas monetarias del Banco Central.
“Esta reducción de tasa implicó ganancias importantes en el mercado de capitales para muchos de los actores, y en el mediano plazo esto podría estimular a más empresas del sector privado a hacer emisiones nuevas a tasas más atractivas, ampliando así la oferta de inversiones para el mercado”, explica.
Igualmente, el economista sostiene que la capacidad de generación de divisas se hace cada vez más importante en un momento de ritmo económico reducido. A pesar de que el crecimiento del turismo y las remesas se mantiene alto, la situación no es así para las exportaciones y la inversión extranjera directa. El tratamiento de estas dos actividades en las reformas estructurales que se hagan durante los próximos años será decisivo en el desempeño futuro de las industrias exportadoras.
Los bienes producidos en el país son de excelente calidad. No es solo el cacao, banano, aguacate, oro y textiles básicos los que hacen de República Dominicana un productor reconocido en el exterior. El país produce en sus zonas francas maquinarias de alta tecnología. Se ha demostrado que es posible tratar el cacao localmente y convertirlo en un chocolate terminado, con mayor valor agregado, un sabor único y perfectamente competitivo en mercados internacionales. Estas son solo pinceladas de lo posible en un ambiente de impulso a la actividad exportadora dominicana.
En resumen, el 2018 se vislumbra como un año en que muchas cosas cambian, y en que otras quedan pendientes. Luchar para que los temas difíciles se trabajen es una tarea ardua pero necesaria. La discusión de algunos tópicos es incómoda, pero exactamente por eso es por lo que es tan urgente que se tenga.
“Aprovechemos los apuntes que trazarían de nuevo los técnicos del FMI en las próximas semanas como punto de partida para conversar sobre la República Dominicana que queremos dejarle de legado a nuestros hijos, y los esfuerzos que hay que lograr para alcanzarla”, dijo.