(FILES) - Picture taken on April 4, 2013 shows the Euro logo in front of the European Central bank (ECB) in Frankfurt am Main, central Germany. The European Central Bank celebrates its 15th birthday on June 1, 2013. AFP PHOTO / DANIEL ROLAND
El Banco Central Europeo (BCE) anunció ayer que reducirá las compras de activos en 15.000 millones mensuales de euros a partir de septiembre, pero a su vez extiende las compras hasta diciembre de 2018.
De este modo, el programa de estímulos (QE por sus siglas en inglés) pasará de los 30.000 millones de euros mensuales actuales a realizar adquisiciones netas por 15.000 millones de euros desde septiembre hasta diciembre de 2018, momento «en el que terminará», según reza el comunicado.
Además, Draghi ha destacado durante la rueda de prensa que aún no se ha empezado a debatir sobre una subida de tipos, ni siquiera se sabe aún si esta alza se va a producir en algún momento.
Por otro lado, Draghi ha explicado que el fin de las compras netas sólo significa que el balance del BCE no seguirá creciendo, sin embargo, se reinvertirán los activos que vayan venciendo para mantener unas condiciones financieras «cómodas y con la liquidez adecuada durante el tiempo que sea necesario».
También Draghi ha admitido que todavía «no se ha discutido cuándo y si se van a subir los tipos de interés». Esta frase, que otorga la posibilidad de que los tipos se mantengan en cero durante mucho más tiempo, está teniendo un fuerte impacto en el euro, que en estos momentos se deprecia más de un 1,3% contra el dólar y pierde los 1,17.
Además, el banquero italiano ha insistido en que el programa de estímulos o QE no ha acabado para siempre, porque pasa directamente a ser «una herramienta más de política monetaria» que estará lista para usarse cuando sea necesario. El presidente del banco central ha querido dotar de normalidad a las discusiones dentro de algunos países sobre la permanencia o no en el euro.