En su reunión de política monetaria del mes de enero de 2015, el Banco Central decidió mantener invariable su tasa de interés de política monetaria (TPM) en 6.25% anual, continuando así con la postura neutral que ha mantenido desde agosto de 2013.
La decisión sobre la tasa de interés de referencia fue adoptada después de un análisis exhaustivo del balance de riesgos en torno a las proyecciones de inflación, así como del estado de la economía a partir de sus principales indicadores, las expectativas del mercado y el entorno internacional relevante.
El pasado mes de diciembre, la tasa interanual de inflación cerró en 1.58%, mientras la inflación subyacente, relacionada con las condiciones monetarias de la economía, fue de 2.97%.
La meta de inflación a partir de 2015 es de 4.0% ± 1%, según lo consignado en el Programa Monetario bajo Metas de Inflación, publicado a finales del pasado año. En el horizonte de política, las proyecciones apuntan a que la inflación convergería a la meta de mediano plazo, a la vez que la economía continuaría creciendo cerca de su potencial.
En el entorno internacional, las perspectivas de crecimiento de la economía mundial para 2015 se mantienen moderadas debido a la trayectoria proyectada para la Zona Euro, Japón y otras economías industrializadas. Estados Unidos de América muestra un panorama halagador respecto a la tasa de expansión de su producción por el buen desempeño de la inversión y el consumo privado.
No obstante, en su primera reunión de política monetaria de 2015, el Banco de la Reserva Federal mantuvo su TPM en el rango 0%-0.25% señalando que la dejaría así al menos, hasta el tercer trimestre del año. En cuanto a las economías emergentes, Consensus Forecast ha ajustado a la baja las proyecciones de crecimiento para Asia y América Latina a 4.7% y 1.1%, respectivamente.
Por otro lado, se mantiene la tendencia a la baja en los precios de los principales bienes primarios (commodities) particularmente los combustibles y los metales industriales, al tiempo que las condiciones financieras internacionales se han hecho más restrictivas para las economías emergentes.
Como resultado de la aplicación de políticas monetarias más expansivas en la Zona Euro, Japón y otras economías con problemas de crecimiento económico, el dólar estadounidense ha tendido a apreciarse a nivel mundial y las tasas de interés de largo plazo en los países industrializados se han reducido.
En el ámbito doméstico, la actividad económica creció 7.1% en 2014 y se espera que en 2015 se mantenga registrando una expansión cercana a su potencial. En enero, el crédito al sector privado en moneda nacional se ubicó en 15.6% en términos interanuales, mientras el crédito total al sector privado, incluido el financiamiento en moneda extranjera, cerraría este mes con un crecimiento por encima de 18.0% con respecto al año anterior.
En la parte fiscal, continúan los ajustes y se espera que para 2015 el déficit del Gobierno Central estaría en 2.4% del PIB. Este proceso de consolidación fiscal ayudaría a fortalecer la sostenibilidad de la deuda, la cual ha mejorado con la operación de manejo de pasivos realizada recientemente por el Gobierno Dominicano con la empresa venezolana PDVSA.
Adicionalmente, las cuentas externas seguirían fortaleciéndose en el presente año y se proyecta un déficit de cuenta corriente para el cierre de 2015 en el rango de 1.9%-2.1% del PIB.
El continuo fortalecimiento de los fundamentos macroeconómicos de la economía dominicana facilita el mantenimiento de la estabilidad relativa del tipo de cambio y una mayor acumulación de reservas internacionales.
El Banco Central ratifica su compromiso de implementar la política monetaria orientada al logro de su meta de inflación, a la vez que seguirá monitoreando la evolución de la economía mundial y la coyuntura doméstica, a fin de adoptar las medidas necesarias ante riesgos sobre la estabilidad de precios y el buen funcionamiento de los sistemas financiero y de pagos.