El Banco Popular Dominicano cierra el 2018 con 54 oficinas y 26 áreas de parqueos techados con paneles solares, los cuales le permiten producir 4.7 millones de kilovatios/hora (kWh) de energía limpia, consolidando a la organización financiera como la primera institución del país con la mayor capacidad de generación de energía solar.
En la actualidad, hay 11,195 paneles solares instalados en esta red de oficinas fotovoltaicas, que están distribuidas en 22 provincias y equivalen al 42% del total de oficinas del Banco Popular.
Estas instalaciones ecoeficientes equivalen a una capacidad instalada de 3.2 megavatios (MW), que permiten suplir la mayor parte del consumo de esta red de sucursales bancarias e inyectar energía sostenible al sistema nacional.
El sistema fotovoltaico del Popular es bidireccional, lo que significa que el banco consume una parte de su producción de energía limpia e inyecta al sistema la que no consume, en beneficio de hogares y empresas dominicanos.
La producción de energía solar de estas instalaciones es similar al consumo promedio mensual de 9,445 hogares.
En términos de disminución de la huella ambiental, el proyecto significa reducir 3 millones de kilogramos de CO2 por año de emisiones contaminantes o, lo que es lo mismo, poder salvar un total 300,681 árboles.
Este programa de energía fotovoltaica se inició en el año 2011 como parte de las acciones ambientalmente responsables de la institución financiera y fue distinguido el año pasado con el Premio a la Excelencia en Producción Más Limpia (P+L) de Energía Renovable, otorgado por el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales.
Además de los beneficios medioambientales, existen también mejoras en la eficiencia, ya que esta iniciativa de oficinas verdes permite en la actualidad al Popular ahorrar RD$36.8 millones anuales de la factura eléctrica, fortaleciendo la sostenibilidad del modelo de negocio de la institución financiera.
Como adición a este plan de producción fotovoltaica, el Popular refuerza su política de reducción del consumo energético, mediante sistemas automáticos que controlan el uso de la luz y el flujo de agua.