El pueblo de Baní se vistió de júbilo ayer para recibir a su nuevo obispo, monseñor Víctor Emilio Masalles Pere, quien sustituye al padre José Ulises Botello, que fungía como administrativo.
El parque central de la provincia fue copado de fieles católicos que dieron la bienvenida al sacerdote, quien tomó posesión como obispo de esa diócesis de Baní, que abarca a Ocoa y San Cristóbal.
La ceremonia solemne estuvo encabezada por el nuncio Jude Thaddeus Okolo, representante del papa en República Dominicana, quien entregó a esa jurisdicción espiritual su nuevo guía.
Declaró que el pueblo recibe a un hombre de fe, en el que la iglesia tiene confianza, que es inteligente y trabajador.
“Pueblo de Baní, aquí está su obispo, digno hijo de la Iglesia, hombre que muestra temor de Dios, de fe, un trabajador, inteligente y quien ama a su pueblo, un don de Dios, que goza de la confianza de la Iglesia y que puede guiarlos a la salvación, con él ustedes no quedarán defraudados”, con estas palabras presentó el nuncio a Masalles.
Luego ordenó la lectura de la letras apostólicas con la que quedó posesionado de la diócesis e inició su primera eucaristía como tal.
Masalles primero expresó su gratitud a Dios por haberlo escogido como su hijo adoptivo y luego al pueblo de Baní, por la calurosa y alegre acogida dada, y se comprometió a pastorear de cerca a las ovejas.
“Quiero ser un pastor cercano, con olor a oveja y a mango banilejo”, expresó ante los cientos de feligreses que le escuchaban atentos.
Espera, junto a esa diócesis, ayudar a construir una sociedad mejor, “donde la esperanza no sea solo para los corruptos y avivatos, sino sobre todo para los pobres”.
El sacerdote de origen español recordó que desde muy temprana edad fue movido por la fe, al ver la mano de Dios que lo libró dos veces de la muerte.
Masalles dijo que hoy más que nunca ve en el pueblo la sed de oír la palabra que sea edificante aunque a veces pueda doler, y declaró que sueña con que algún día todos los sacerdotes de la iglesia se conviertan en auténticos hombres de la palabra.
Espera poder darlo todo por sus amigos de Baní, tomando como ejemplo lo que hizo en esa tierra el padre Luis.
“Me sentiré pagado si al menos puedo llegarle a los tobillos”, añadió.
Buscará inspirar, transformar y fortalecer la fe, pero también aprender de los hermanos de los pueblos de Baní, San Cristóbal y Ocoa.
Sacerdocio y pro vida. Masalles declaró que tienen la intención de instruir un seminario menor en la Iglesia que reciba a los jóvenes que de corazón sincero deseen servir desde el sacerdocio, vocación que consideró necesita ser animada.
Además de estrechar los lazos fraternos, quiere convertir a esa ciudad en una pro vida, según expresó.
“Y declarar a Nuestra Señora de Regla como la madre de los no nacidos”, recordando con estas palabras su rechazo al aborto y que su lucha contra el mismo sigue firme.
“Tenemos una constitución que es pro vida y espero con todo mi corazón que podamos tener un código penal pro vida, que no le abra ninguna hendija al aborto y que tome en cuenta siempre el derecho a la vida de los que aún no han nacido, exhortó el religioso, mientras el aplauso de los feligreses confirmaban el apoyo a esa postura.