Mientras miles de personas abarrotaron los balnearios desde Boca Chica hasta Bayahíbe, en La Altagracia, los alcaldes de esos municipios abogaron ayer por una mayor inversión del Estado en sus demarcaciones para lograr un mayor desarrollo turístico.
El alcalde de Boca Chica, Radhamés Castro, estimó en más de un millón la cantidad de turistas que visitó la playa de esa demarcación desde el miércoles hasta ayer, lo que atribuyó a las labores de rescate que desarrollan las autoridades locales y nacionales.

Destacó la reducción considerable de incidentes, lo que atribuyó al dispositivo de seguridad montado por la Defensa Civil, la Policía y el Cuerpo Especializado de Seguridad Turística (Cestur), entre otros organismos.

Castro ofreció el dato sobre los visitantes por el control en las entradas y por la cantidad de vehículos que se registró en los estacionamientos públicos.

Destaca la inversión del Gobierno en el turismo pero cree que debe ser mayor en polos como Boca Chica.

En torno a la plaza de vendedores que construyen el Ministerio de Turismo y el cabildo, dijo que cerca de 80 casetas están prácticamente listas para ser entregadas.
Dijo que una vez eso suceda desaparecerán las casuchas improvisadas que actualmente están en la playa. “Habrá un cambio radical aquí en Boca Chica”, sostuvo el alcalde.

Confía en el saneamiento de la playa, que se hará con la inversión de US$70 millones que se destinará a rehabilitar ocho playas.

Señaló que el proceso inició en el área del Club Náutico, en el cual la arena sería manejada de otra forma para evitar lo que sucede ahora, que una gran franja ha quedado en el lodo.

El alcalde cifra sus esperanzas también en un gran proyecto turístico en la isla Los Pinos, donde existen inversionistas interesados en construir grandes complejos hoteleros en un área de 135 mil metros cuadrados dentro del mar.
Atenciones. La doctora Yolanda Leyba, encargada del departamento médico de la Defensa Civil en Boca Chica, dijo que durante el asueto fueron atendidas 130 personas por intoxicación alcohólica.

En cambio, Juan Cabrera, director de la Defensa Civil en Juan Dolio, San Pedro de Macorís, informó que miles de turistas asistieron a la playa de esta demarcación durante el feriado de la Semana Mayor pero no sucedieron casos lamentables en la playa, como intoxicaciones, riñas, cortaduras o pérdida de niños como en otras ocasiones.
Indicó que las algas constituyeron el mayor desafío para las autoridades en la zona, ya que estas penetran a la zona de baño.

En La Romana. El alcalde de La Romana, José Reyes, resaltó que la Semana Santa terminó con normalidad en la Caleta, donde se desarrollaron actividades recreativas y deportivas.

Estima que Turismo debe habilitar la playa para que sea el punto de partida hacia la isla Catalina para que no haya que ir a Bayahíbe para hacer la travesía.
Sostuvo que la alcaldía no cuenta con los recursos necesarios para hacer una obra así, por lo que Turismo debe mirar hacia La Romana, que tiene a la Caleta como única playa pública.

Calcula en 30 o 40 minutos el trayecto hacia isla Catalina desde la Caleta.

Ayer era tímida la presencia de los visitantes en la playa Caleta, lo que algunos comerciantes atribuyen a falta de acondicionamiento de la playa y al cobro de RD$50 para entrar.
En Bayahíbe. Miles de personas se dieron cita a la playa pública de Bayahíbe, en la provincia La Altagracia, que contó con la visita de gente de distintos puntos, principalmente de La Romana, San Pedro de Macorís y Santo Domingo.

El alcalde de Bayahíbe, Enriquillo Luis Brito, dijo que durante el asueto se multiplicó la cantidad de turistas hacia la isla Saona; dijo que desde este punto embarcan alrededor de cinco mil personas cada día.

Brito precisó que entre seis y siete mil personas abordaron las 400 embarcaciones que salen cada día a visitar la Saona, uno de los atractivos turístico más hermosos del Este.

Insistió en la necesidad de que el Gobierno entregue a la localidad parte de los recursos que recauda el Ministerio de Medio Ambiente, que cobra RD$250 por cada persona que llega a Saona.

Con esos recursos, dijo el alcalde, el municipio podría construir un embarcadero que les hace falta, habilitar estacionamientos y mejorar los servicios básicos.