BCE celebra reunión de política monetaria, sin previsión de nuevas medidas

BCE celebra reunión de política monetaria, sin previsión de nuevas medidas

FRANCFORT. El Banco Central Europeo (BCE) celebra este jueves su reunión mensual de política monetaria, en la que no se esperan novedades después de la salva de medidas anunciadas el mes pasado para estimular el crecimiento en la Eurozona y una inflación demasiado débil.

«Después de los fuegos artificiales de junio, el BCE se va a retener» en su nueva reunión de política monetaria en Fráncfort (oeste de Alemania), donde tiene su sede, estima el economista Carsten Brzeski, del banco ING. Para su colega del banco Berenberg Christian Schulz, «cualquier flexibilización adicional (…) sería una enorme sorpresa».

El mes pasado, el BCE rebajó su tasa directriz de interés de 0,25% a 0,15%, un nuevo mínimo histórico. También llevó a terreno negativo la tasa de depósitos (-0,1%), aplicada a la liquidez que los bancos dejan por 24 horas en las arcas del instituto emisor de la Eurozona.

Aparte, el BCE anunció otras medidas con las que quiere animar a los bancos a prestar más dinero a las empresas y los hogares, como la prolongación de los créditos ilimitados a corto plazo, y un préstamo a muy largo plazo en condiciones ventajosas de unos 400.000 millones de euros.

Este último programa, conocido como «TLTRO», empezará en septiembre. El BCE anunció también que está trabajando en un programa de compra de activos vinculados a créditos (o ABS, como se los conoce técnicamente). Estos anuncios necesitan aún algunas aclaraciones, según Marco Valli, economista jefe para la zona euro de UniCredit, que espera detalles sobre los préstamos a muy largo plazo.

En el mismo sentido, Sylvain Broyer, de Natixis, cree que el instituto emisor «querrá tal vez (…) volver a precisar la naturaleza y la utilidad de las decisiones tomadas. Hay mucha pedagogía por hacer» sobre los préstamos a muy largo plazo a los bancos (TLTRO) o la tasa negativa aplicada a los depósitos, que quiere animar a las entidades a prestar ese dinero en lugar de depositarlo en el BCE.

Desde el anuncio de todas estas medidas, los indicadores en la zona euro no son para tirar cohetes. El crecimiento del sector manufacturero se ralentizó en junio, según el índice PMI publicado por el gabinete privado Markit, y la confianza en la economía se ha degradado ligeramente.

La inflación se mantuvo en junio en 0,5%, al igual que en mayo, lejos del objetivo del BCE de una cifra cercana a 2%. Un nivel que «mantiene la presión sobre el BCE para que se plantee medidas de política monetaria no convencionales», según Martin Van Vliet, del banco ING.

Antes de la reunión, el euro cotizaba estable a las 09H00 GMT a 1,3656 dólares, frente a 1,3659 USD el miércoles por la noche.

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