Con esta entrega termino con el Pabellón de la Fama, ya que no podemos pasar el resto de lo que queda del año tratando el mismo caso, mi objetivo era aclarar simple y sencillamente, que la ACD en nada tiene que ver con la selección de los atletas.
Quiero dejar claro que en estos momentos existe una relación muy cordial entre el presidente del Comité del Salón de la Fama, doctor Dionisio Guzmán y la Asociación de Cronistas muy diferente con pasados presidentes.
Con el doctor Guzmán hemos dado pasos firmes en busca una solución favorable para las dos instituciones.
El comité ejecutivo por tradición, por asuntos, políticos, personales, por no contar con una base de datos moderna y atendible, por desconocimiento, por no tener reglas de juego claras, o simplemente por omisión.
Por ejemplo, tenemos dos casos, el de Soterio Ramírez, que se alega que el hecho de que es funcionario del Estado, y no es elegible para su inmortalidad, asunto que no tiene mucho fundamento.
El otro caso es el de Pedro Guerrero, quien tuvo en el pasado problemas judiciales en los Estados Unidos, desde donde salió limpio. Sobre este caso le recomiendo al doctor Guzmán que busque la opinión de un jurista.
Creo además que uno de los fallos es el orden cronológico que existe, lo que no permite que atletas veteranos puedan obtener a esa distinción.
La lista es bastante extensa, atletas como Héctor Báez, Tepo Tapia, Miguelo Cruz, Soterio, Blanca Iris Alejo, Ana Esther, Gustavo Hernández, Franklin Wester entre otros muchísimos atletas, no estén en el Pabellón.
Este asunto generacional tiene que resolverse porque muchas jóvenes, especialmente cronistas, desconocen muchos de esos atletas.
Finalmente quiero dejar claramente establecido que no nos anima el deseo de una confrontación, y simplemente espero que las cosas se hagan de la manera correcta.